Capítulo extra

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Han pasado tres meses desde mi boda con Andrew, tres meses en los que me he sentido más feliz que nunca, tres meses llenos de felicidad y amor.

Desde entonces hemos estado muy ocupados, poner en orden la coordinación de dos reinos no es nada fácil. Deaesyn y Kavan ahora están bajo nuestro reinado y no es nada fácil hacer que dos reinos encajen, pero siempre se puede hacer con un poco de empeño.

Mi subida al trono se produjo en la encerrona que me hizo mi padre con el matrimonio con Louis, después de eso, cuando me casé con Andrew solo se hicieron algunos cambios y cierto papeleo para sacar Louis del trono y más tarde añadir a Andrew, así que nunca llegué a tener una coronación como dios manda.

En este tiempo mi padre ha estado intentando compensar todo lo que hizo, yo ya le he perdonado, no me gusta ser rencorosa, pero aún así él sigue insistiendo en que me tiene que compensar, es por eso que ha organizado este evento de hoy.

—No me puedo creer que estemos haciendo esto—Comento a Andrew.

—Creo que es un gesto bonito por parte de tu padre—Responde acomodando sus brazos alrededor de mi cuerpo.

—¿Vas a poder aguantar ser el centro de atención? No te gustan demasiado esas cosas.

—Podré aguantarlo—Asiente. —Por tí—Añade. —Por nosotros—Se corrige y le sonrío antes de alzarme un poco para poder juntar mis labios con los suyos.

—Me hace ilusión en realidad—Comento.

—Me alegra saber eso—Añade antes de acomodar su pelo oscuro.

—¡Andrew!—Me quejo.

—¿Qué?—Me mira divertido.

—Te has despeinado.

—Sabes que siempre me ha gustado llevar el pelo así, no porque sea rey voy a empezar a repeinarme—Me comenta y me río antes de asentir.

Escucho como llaman a la puerta por lo que me giro.

—Cath, ya está todo listo, ¿vais a salir?—Pregunta Ashley asomándose y miro a Andrew, que asiente.

—Sí, ya vamos—Asiento y ella me sonríe.

Me detengo un momento para poder mirarme en el espejo una última vez y acomodar mi vestido.

—Estás preciosa, no tienes que preocuparte—Comenta Andrew y le sonrío por el reflejo del espejo.

—Siempre tan halagador—Murmuro divertida.

—Siempre tan sincero—Me corrige y me río antes de asentir y acercarme a dejar un beso en su mejilla. —¿Vamos?

—Sí, vamos—Asiento.

Salimos de la habitación y nos vamos hacía el salón principal.

Una vez entramos la gente se levanta y aplaude a nuestro paso, lo que me hace coger la mano de Andrew con algo más de fuerza, no sé si algún día me acostumbraré a que todo el mundo esté tan pendiente de mí.

Cuando llegamos a nuestros tronos, nos sentamos.

Mi padre aparece por el pasillo también para después colocarse entre nuestros tronos y observar a la gente.

—Queridos ciudadanos de Deaesyn y visitantes de Kavan, estamos aquí presentes para llevar a cabo algo que debería haber hecho hace muchísimo tiempo—Anuncia. —Sé que no siempre he tomado buenas decisiones, pero si de algo estoy seguro es de todo esto—Añade. —Durante todos los años en los que fui rey aquí, me sentí muy feliz, sois un pueblo maravilloso al cual siempre me ha honrado representar—Comenta observando a la gente. —Todos somos conscientes de que tanto mi hija como su marido han estado reinando nuestros reinos a la perfección en todo este tiempo, han cuidado mucho de todos nosotros y eso es algo que les tenemos que agradecer. Aunque hayan estado realizando sus funciones como reyes desde hace tiempo, sé que esa no era la manera correcta de hacerlo y no podía permitirme no realizar una coronación como es debido—Añade. —Debería haber hecho esto hace mucho tiempo, pero como siempre he dicho, de los errores se aprende y yo estoy aprendiendo de los míos—Sonríe. —Es por eso, que me llena de honor que me esteis acompañando en este maravilloso día para poder celebrar este acontecimiento de la manera correcta.

Mi padre se acerca a la mesa que hay en uno de los laterales y entonces recoge mi corona antes de venir hacía mí.

—Catherine, hija—Me sonríe. —Nunca tendré palabras suficientes para expresar lo orgulloso que estoy de tí, te has convertido en una mujer espléndida y en una reina aún mejor. Desde el momento que decidí que tú subirás al trono, supe que había tomado la decisión correcta, eres una persona muy responsable, siempre das lo mejor de ti y siempre estás dispuesta a cuidar de los tuyos, tal como estás haciendo con tu reino y con tu gente—Añade. —Te he pedido perdón muchas veces pero quiero hacerlo una vez más, siento que mis errores y mi egoísmo te afectaran de esa manera—Me mira algo apenado y yo le sonrío. —Catherine Ashford, yo te nombro reina de Deaesyn y Kavan, ¿prometes cuidar de tus reinos y de tu gente hasta el final?

—Lo prometo—Respondo y entonces mi padre coloca la corona en mi cabeza, antes de que la gente empiece a aplaudir.

Después se separa de mí para buscar la otra corona y entonces se acerca a Andrew.

—Andrew—Le sonríe levemente. —Se que en un principio no te acepté y realmente te puse las cosas difíciles—Empieza a decir. —Pero desde un principio estuviste al lado de mi hija, cuidándola y acompañándola, algo que yo no hice y debería haber hecho—Añade. —A día de hoy puedo afirmar que estoy orgulloso de que formes parte de mi familia y sé que eres y serás un rey que nos hará sentir orgullosos a todos—Finaliza y sonríe. —Andrew Kessler, yo te nombro rey de Deaesyn y Kavan, ¿prometes cuidar de tus reinos y de tu gente hasta el final?

—Lo prometo—Asiente y entonces mi padre coloca la otra corona en su cabeza, seguido de muchos aplausos.

—Queridos ciudadanos, amigos y visitantes, os presento, esta vez de manera bien hecha a vuestros reyes, Catherine Ashford y Andrew Kessler—Finaliza.

Miro a Andrew que me sonríe antes de que nos levantemos de nuestros tronos y nos acerquemos el uno al otro.

Noto como su mano busca la mía y sonrio levemente antes de aceptarla y entonces mirar a mi gente.

—Queridos ciudadanos de Deaesyn y Kavan, sabéis que Andrew y yo llevamos meses organizandonos para coordinar nuestros reinos, me hace muy feliz que dos reinos tan distintos pero tan iguales a la vez, puedan funcionar juntos a la perfección porque juntos somos más fuertes y juntos somos mejores—Comento. —Desde que empecé a tener cierta consciencia de lo que pasaba a mi alrededor, supe que ser reina era mi destino, siempre he querido cuidar de los míos y ofrecer a la gente que quiero y aprecio un lugar seguro en el que vivir—Continuo. —Ser reina me hace muy feliz y prometo luchar cada día para hacer que tanto Deaesyn como Kavan sean reinos que sigan prosperando y creciendo—Miro a Andrew. —Pero lo que más feliz me hace es poder hacer todo esto junto a Andrew—Añado y él me sonríe. —Desde que lo conocí siempre ha estado aportando luz a mi vida y me llena de orgullo que pueda aportar luz a vuestras vidas también—Añado y él deja un beso en mi mejilla haciendo que la gente aplauda feliz. —Si algo me ha enseñado ser una Ashford es que siempre hay que luchar por lo que se quiere, así que espero que vosotros hagáis eso, porque yo no pienso dejar de luchar por vosotros hasta el final de mis días—Finalizo.

—¡Larga vida a los reyes!—Grita alguien haciendo que el resto de gente se añada a gritar lo mismo.

Andrew se mueve un poco para abrazarme y alzarme del suelo lo que me hace reir.

—¡Andrew!—Digo alarmada. —Estamos en un acto oficial, no podemos hacer esto.

—Cath, somos los reyes, podemos hacer lo que queramos—Me responde.

Me río levemente antes de asentir, por lo que Andrew pasa su mano por mi cuello para poder juntar nuestros labios.

—Vas a ser la mejor reina que este reino ha visto nunca—Me dice y lo miro emocionada. —Y yo voy a estar siempre a tu lado para verlo.

—Te quiero mucho.

—Yo te quiero más—Añade antes de abrazarme una vez más antes de que nuestros seres queridos se acerquen para felicitarnos y hablar con nosotros.

Ser reina de Deaesyn es algo que siempre había formado parte de mi destino, años atrás había pensado mil y una vez cómo sería ser reina y con quien reinaría, pero nunca imaginé que sería así, nunca imaginé que podría ser tan feliz como lo soy ahora, nunca me imaginé que tendría a alguien como a Andrew a mi lado, alguien que me quiera como lo hace él, alguien que me mire como lo hace él, alguien que me cuide como lo hace él. Ser reina era algo que siempre había anhelado, pero serlo a su lado es algo que repetiría mil y una vez más.

Matrimonio por la coronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora