MEPHISTOPHELES - El príncipe de los demonios
Mientras que Azrael se considera el ángel más antiguo, Philes fue el último en "nacer" y es, por tanto, el ángel más joven de la creación. Sin embargo, debido a su alianza con Lucifer y tras ser expulsado del Éter junto con él, ahora es un ángel caído, igual que este y quienes estuvieron de su lado en la rebelión.
A pesar de haber renunciado a su naturaleza angelical, conserva sus alas, las cuales son de color negro, igual que su cabello y ojos, pero las cuales mantiene ocultas y retraídas la mayor parte del tiempo, temiendo ofender con ellas a Lucifer.
Es uno de los pocos ángeles de "Coro" inferior con una habilidad especial, y la suya consiste en ser capaz de percibir las emociones más ocultas en el alma de los seres. En su faceta angelical poseía otro nombre, y al igual que todos los ángeles, era un ente asexual/agénero; pero al convertirse en demonio, asumió una identidad masculina y adoptó el nombre de Mephistopheles, y más tarde el de Philes; apodo dado por Lucifer, el cual se convertiría después también en su identidad humana.
Como la mano derecha de Lucifer, y dada su habilidad recibió por este el título de "Príncipe de los demonios", y fue encomendado a la tarea de recorrer la tierra tentando a los seres humanos mediante leer sus miedos y deseos ocultos y manipularles ofreciendo riquezas y placeres mundanos, conceder dones, habilidades, deseos imposibles e incluso otorgar la extensión de la vida misma en el lecho de muerte, a cambio de pactar su alma y jurar entregarla al morir al rey de los "Los Caídos".
Sin embargo, luego de millones de almas recolectadas en nombre de su señor, y realizando la misma tarea sin descanso, en algún punto perdió toda motivación, se sumió en la apatía y adoptó una personalidad taciturna y trágica. Y fue finalmente el incidente con Azrael lo que desencadenó que su propósito dejase de tener sentido para él, y lo que causó que renunciase a cumplir su labor y se recluyera al infierno por completo, despertando así la ira de Lucifer.
Aun después de milenios errando por el plano terrenal, si bien puede leer las emociones humanas, dada su naturaleza como Etéreo no es capaz de experimentarlas de la misma manera que un ser humano, y debido a esto no puede comprenderlas del todo. Muy por el contrario, siente un profundo desprecio por la humanidad, y debido a ello se mantuvo desde el inicio tan distanciado de ella como le fue posible, mientras pudiera cumplir su misión; motivo por el cual no llegó a tentarse nunca con los placeres terrenales, ni a desarrollar ningún tipo de interés o inclinación en poseer un cuerpo humano, como el resto de los demonios.
Es debido a esto que, al momento de convertirse en un ser humano mortal, carece de cualquier tipo de experiencia sobre ser uno, y deberá aprender desde cero cómo conducirse para no levantar sospechas.
Como demonio conserva muchas de sus cualidades angelicales, como la capacidad de volar; exclusiva de los ángeles caídos, sentidos aumentados, y otras habilidades inherente a los seres etéreos que revelaré más adelante. A pesar de su nueva naturaleza es un ser justo, benevolente, y más bien pacífico, que prefiere evitar el conflicto, y que no atacará mientras no se le provoque. A pesar de su lineamiento, la labor que realiza y el hecho de estar aliado a Lucifer, no es activamente malvado. En general suele ser más bien solitario; no se mezcla demasiado con otros demonios, aparte de Lucifer, y desdeña profundamente el comportamiento de estos y su afinidad con los seres humanos.
Representación: la culpa.
Lineamiento: malvado/neutral.
Categoría: demonio; ángel caído.
Alas: negras.
Ave identificadora: mirlo.
Instrumento: no posee.
Habilidad primordial: leer las emociones de los seres.
Misión: pactar almas para Lucifer
Estatura: 1.90cms/2.05cms con alas.
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Los Dos Caídos
FantasyLucifer ha castigado a su demonio más amado... convirtiéndolo en humano. Mephistopheles, el príncipe de los demonios, pasa su existencia inmortal víctima de la apatía, llevando a cabo en la Tierra la tarea de pactar almas para Lucifer, soberano de I...