𝐗𝐈𝐈

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El salón comenzo a llenarse rápidamente. Tras unos minutos de espera, al fin los invitados comenzaban a hacer sus apariciones.

A causa de la recién llegada de varios empresarios importantes, Uzui decidió marcharse a la barra de tragos para charlar cómodamente con uno de sus proveedores, dejando totalmente olvidada a su propia esposa.

Sin embargo, T/N agradecío internamente e incontables veces su gran desinterés.

No se sentía mal, al contrario, estaba sumamente feliz.

Reía y conversaba animadamente con Sanemi mientras compartían una botella de vino, en un ameno momento íntimo. Porque sí, intimidad no es sólo sexo; Intimidad es poder compartir y disfrutar con tú verdadero amor un lindo rato, jugando o cocinando juntos. Porque con la persona indicada, cualquier momento es perfecto.

Sin embargo, su dulce momento fue interrumpido por un horrendo chillido.

—¡Yujuu! —canturreó la conocida y molesta voz de cierto albino. Ambos miraron confundidos hacia la entrada.

Inmediatamente rieron a carcajadas limpias al ver semajante escena.

—¡Llegaron las personas más importantes de esta asquerosa y fea noche! —Tengen levantó su mano y les saludo. A los segundos Kyojuro le imito.

Ambos habían aparecido con media hora de retraso, luciendo unos elegantes trajes de gala y enormes lentes de sol de color fucsia chillon. Caminaban a la par con sus brazos entrelazados, agitando las caderas de un lado a otro en total sincronía.

Varias personas comenzaron a murmuran disimuladamente sobre su escándalosa y dramática entrada.

Desde el otro lado del salón el menor de los hermanos Uzui apretaba los puños para evitar ir contra Tengen y molerlo a golpes por su escenita.

Tengen sonrió orgulloso, había logrado su objetivo. Humillar y avergonzar a su querido hermanito.

T/N inmediatamente lo notó y ahogó una risita, mientras que Shinazugawa no pudo evitar sonreír al escucharla reir y con uno de sus brazos rodeo sus hombros, en un sutil abrazo.

—Pero miren nada más. —Sanemi alzó una ceja divertido cuando ambos chicos llegaron hasta ellos. —Semejante par de putas las que han llegado.

—Estamos perdidas. —Canturreó Kyojuro con voz chillona.

—No Rengoku, esa no. —reprendió rápidamente Tengen, bajando los lentes hasta la punta de la nariz y mirándole con los ojos totalmente abiertos. El rubio soltó un Aww e hizo un puchero.

—¡Chicos! —T/N corrió hasta ambos, beso la mejilla de cada uno.— ¡Me alegra tanto verlos!

—¡Pero que monada de vestido! —Kyojuro solto un gritito emocionado, comenzando a dar vueltas alrededor de la muchacha.— ¡Estas preciosa, bestie!

T/N río apenada y tomo el extremo de la falda para mecerla levemente.—¿Te gusta?

—¡Me encanta!

Ambos comenzaron a halagar el atuendo del otro, mientras cuchicheaban y reían bajito, como todo unos niños.

Sanemi camino hasta Tengen y dejo reposar la mano en su hombro. —Pensé que no vendrías. Siempre dices que te desligaste de tu hermano.

—Corrección, me desligue moralmente de mi hermano, no legalmente. —suspiró negando con la cabeza.— Aunque no lo creas esta empresa me corresponde más a mí que a él, pero no me interesa esa mierda de dinero y poder. Estoy feliz vendiendo mis cuadros y participando el galerías de arte.

Cry for me | Sanemi ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora