𝐗𝐕𝐈

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Con el corazón hecho un lío bajo rápidamente de la motocicleta, sin siquiera molestarse en apagarla o quitarle las llaves.

──¡H-hermano! -tartamudeo Genya en un grito, intentando arrancar las llaves e ir tras Sanemi, pero estaba tan nervioso que sus manos temblaban descontroladamente, imposibilitándole realizar la acción.-¡carajo! -tras unos segundos mas batallando por fin logro su cometido.

Se lanzo y tan rápido como sus piernas tocaron el suelo corrió tras su hermano mayor, afortunamente Sanemi seguía en su campo de visión y pudo alcanzarlo fácilmente.

Siendo otro el caso, su hermano ni siquiera le habría permitido bajarse del móvil y lo mandaria directo a la casa, pero estaba tan asustado y aturdido que no podía pensar con claridad. Aunque no podía mentir, tener a su hermanito consigo lo motivaba. Ciertamente era menor pero, en estos momentos no podía simplemente hacerse el fuerte y ya, estaba aterrado por el bienestar de su amada y el contar con Genya lo motivaba a continuar de pie.

Aprovechando la distracción del mayor, sin dejar de correr el pelinegro sacó su celular y rápidamente en sus contactos en búsqueda de uno en específico. Presiono la opción de "Llamar" y colocó el teléfono en su oreja.

Tras un primer repique, la llamada fue contestada.

-¡Señor Uzui!

Sanemi abrió la puerta de un portazo

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Sanemi abrió la puerta de un portazo. El estruendo fue tan grande que varios funcionarios y personas que se encontraban en la comisaria dieron un salto de susto.

Agitado comenzó a buscar con la mirada alguna oficina en donde pudiera intentar dialogar con un algún ente lo que había ocurrido con T/N. Mientras Genya apenas llegaba hasta él, posicionándose a unos pasos más atrás de su hermano.

-Señor -un oficial se acercó a él rápidamente, alarmado por su escandalosa entrada y el pánico que reflejaba su rostro- ¿Necesita ayuda?

El albino aún con la respiración agitada asintió rápidamente con la cabeza.
-¡S-si! ¡La chica! ¡¿Donde esta chica que encarcelaron?!

Al oírlo el oficial alzo una ceja y arrugó el rostro confundido. Cautelosamente llevo una mano hasta él mango del arma que se encontraba resguardada en su respectivo cinturón de cuero en su cadera.

No podía actuar o reaccionar inmediatamente, debía seguir el protocolo y sí algo salía mal era en ese momento en que debía moverse.

-¿Es un familiar?

-S-soy su pareja. -intentó explicar lo más tranquilamente posible la situación. Respiró hondo. -Escucheme por favor. -el oficial asintió y Sanemi suspiró. -ella no está relacionada en nada con la empresa ni siquiera trabaja ahí, su esposo fue quien la inculpó para no levantar sospechas de fraude en la empresa. -explicó pausadamente, con la esperanza de que el contrario lo entendiera.

El oficial arrugó las cejas al escuchar la última parte del relató. Sus sentidos se dispararon al escucharlo.

-¿Su esposo? -Preguntó e inmediatamente Sanemi y Genya asintieron con la cabeza. -Pero acaba de decir que usted es su pareja.

Cry for me | Sanemi ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora