𝐕𝐈𝐈𝐈

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+18⚠️

-¿Podían repetirme como es que terminó así? -preguntó Hinatsuru entrando a la habitación con una bolsa de hielo.

Sanemi se había mantenido callado mirando con molestia a Uzui. Ladeó la cabeza cruzandose de brazos respondió.

-Nos interrumpió. -contestó sin más.

-Uhh, entonces si se lo busco. -Suma negó con la cabeza.- es malo interrumpir a las personas, Tengen.

Makio golpeó su brazo, sacándole un fuerte quejido-¡¿Pero es que tú eres estúpida o que?! ¿Si quiera sabes a qué se refiere?

-Pues, que los interrumpió cuando hablaban. ¿N-no?

Todos en la sala de estar miraron con incredulidad a Suma, sabían que en ocasiones solía comportarse como una niña pero esto ya era demasiado.

T/N sonrió apenada mirando a Tengen, su labio estaba tan inflamado que podría jurar que en cualquier momento explotaría.

-¿Te sientes bien?

Tocó su pecho indignado, pero claro que no estaba bien. Señaló sus labios antes de responder.- ¿Fe fafese fe fetoy fien? Ferra.

-Hey. -interrumpió Sanemi.- cuida tu vocabulario. -Rodó los ojos y le saco el dedo de en medio.

Hinatsuru ahogó una risilla y negó con la cabeza divertida, su amistad era algo peculiar. Dejó la bolsa sobre los labios de su esposo -quien soltó un chillido como todo un macho alfa- , seguidamente caminó hasta su amiga, tomando sus manos.

-¿Porque no van a descansar? Estoy segura que fue un largo día para ambos.

-Tienes razón... vendremos mañana a verte Tengen.

-Fefor fi fengan. -murmuró molesto.

-Ay no seas resentido, tu te lo buscaste... Cómo sea, ¡Nos vemos mañana! -Sanemi solo se limito a hacer un ademán con la cabeza para comenzar a caminar hacia la salida.

-¿Quieren que los acompañe? -preguntó amablemente, Makio.

-Descuida, ya sabemos el camino. ¡Vendre mañana a charlar con ustedes! ¡Linda noche!

-¡Adiós chicos! -Suma agitó su mano alegremente.

Ambos se despidieron y salieron del lugar, caminaban charlando de diferentes temas al azar hasta llegar al estacionamiento, subieron al coche despidiendose del guardia de seguridad para marcharse.

Las luces de los edificios iliminaban las oscuras calles, la noche había caído demasiado rápido. Sanemi detuvo el auto cuando la luz roja del semáforo parpadeo. Suspiró dejando reposar sus manos sobre su pantalón, frotandolas un poco para aliviar el frío que sentía.

-¿A dónde vamos ahora? -preguntó risueña.

-A ninguna parte, debes ir a tu casa.

Apuñó los labios decepcionada, lo menos que quería era llegar a su departamento, sabía perfectamente que luego de la pelea que había mantenido con su esposo este llegaría borracho a altas horas de la madrugada. Si debía ser honesta estaba comenzando a cansarse de ese estilo de vida.

Bufó dejando caer su frente sobre el tablero del auto.-¿No podemos hacer otra cosa? Aún es temprano.

-Ya son las 11:20. -respondió sin despegar la vista del semáforo.

-No quiero regresar a casa... -murmuró desanimada, logrando captar por completo su atención.- Uzui llegará borracho y me gritara, a la mañana siguiente estará muy arrepentido, tendré que perdonarlo y actuar como si nada pasara...

Cry for me | Sanemi ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora