Matener un matrimonio en decadencia no es tarea facil. Intentar revivir la llama de la pasión que alguna vez vivio su matrimonio la agobia. El desinteres de su esposo solo logra decepcionarla aún más.
Sin embargo, todo cambiara con la llegada de su...
Jadeo al separarse del beso. Con la respiración agitada aumento el agarre en su cuello juntando su frente contra la de su novio, quien sostenía con firmeza su cadera. Con cuidado se levantó de sus piernas descendiendo su mano hasta su pantalón para bajar su cremallera, dejando expuesta su pronunciada erección marcada contra su boxer.
-¿E-estas segura de esto? -la miro un tanto desconfiando, sentía un poco de miedo.
Sonrió avergonzada y asintio.- Segura, ¿Y tú? -asintio.- debemos apurarnos antes de que llegue alguien. -murmuró.
Sanemi suspiró nervioso, llevó sus manos a su cintura para tomar el elástico de la falda de su uniforme y su ropa interior, bajando ambas de manera lenta. Dejándolas a un lado. Con una mano bajo sus bóxers, posicionando de manera recta su glande, mientras T/N colocaba ambas piernas al costado de las suyas, subió un poco su camisa dejando expuesto su abdomen y pechos.
Con ambas manos, Sanemi tomo su cintura con delicadeza comenzado a bajarla hasta su miembro, T/N respiro hondo dejándose guiar.
-Ay... -lloriqueó al sentir una especie ardor en su interior. Mordió su labio inferior aguantando el dolor y continúo bajando, una vez entró por completo en su interior Sanemi soltó un pesado suspiró. Luego de unos segundos, el dolor disminuyó.- i-intenta moverte.
-Dime cuando quieras parar. -Asintió. Sanemi respiró hondo, iniciando con un sutil empujé de sus caderas.
La muchacha tomó sus hombros dejando reposar su frente contra la suya, era una extraña sensación pero no sé sentía tan mal.
El albino apretó su cadera acercando su cuerpo hacía su pecho, sentía a la perfección sus pezones moverse levemente. Cerro los ojos dejándose llevar por la increíble sensación y sin resistirse dió una fuerte estocada llegando a lo más profundo de su interior, su falo tocó un punto que la obligó a echar la cabeza hacia atrás soltando un gemido.
Sus pequeños jadeos y gemidos eran lo único que resonaba dentro de aquella pequeña biblioteca, callandolos ocasionalmente con besos para evitar llamar la atención.
Gotas de sudor descendían desde su frente hasta su clavícula brindándole una placentera sensación. Sin parar de penetrarla apretó uno de su pezones sacándole un chillido. Jadeó extasiado, de la nada sintió una gotita caer sobre su mano.
-¿Eh? -levanto la mirada, enfocando a T/N. Estaba llorando.-¿Te duele mucho? -preguntó angustiado limpiando sus lágrimas con su pulgar.-¿Quieres que pare?
-N-no seas tonto, amor... E-estoy llorando porque estoy muy feliz... -contesto risueña en un murmullo, dejando un beso de piquito en sus labios.
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Soltó un quejido abriendo sus ojos, pestañando varias veces frotandolos con su mano, no sabía que horas eran pero la luz del sol lo estaba molestando.
