Matener un matrimonio en decadencia no es tarea facil. Intentar revivir la llama de la pasión que alguna vez vivio su matrimonio la agobia. El desinteres de su esposo solo logra decepcionarla aún más.
Sin embargo, todo cambiara con la llegada de su...
⚠️Aclaración; Las palabras en cursivas, serán los recuerdos de Uzui.
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Estaba mal y lo sabía, sin embargo a estas alturas, no había nada que hacer.
Corria por toda la habitacion, inhalando y exhalando con fuerza. Recogiendo la mayor parte de sus pertenencias para guardarlas dentro su maleta.
Al entrar al baño en busca de su cepillo dental se detuvo un momento para recuperar el aire, apoyando las manos en el borde del lavamanos. Su respiración estaba tan agitada que apenas y el aire podía llegar a sus pulmones.
—C-calmate. Se un hombre. —murmuro, intentando retomar la compostura. Observo sin emoción alguna su reflejo en el espejo; Ojeras y cabello despeinado, un estado teplorable.
Sin embargo, lo que llamó su atención fue el reflejo que brindaba el espejo de su habitación, específicamente del borde la cama matrimonial, en donde yacía T/N totalmente dormida.
Trago grueso y con el poco valor que le quedaba se acercó a ella. Al llegar a su costado se mantuvo de pie, observando la tranquilidad de su rostro.
Una tranquilidad que pronto acabaría.
Por primera vez en mucho tiempo, sintió unas inmensas ganas de llorar. Ella había estado con él casi toda su vida, lo había apoyado y ayudado en todos sus altos y bajos, siempre estuvo allí para él.
¿Y esta era su manera de pagarle todo el amor que T/N había brindado durante estos años? ¿Sentenciandola a la muerte?
Mordió su labio inferior e intento con todas sus fuerzas no llorar, pero al recordar todos los momentos que habian vivido juntos simplemente no podría soportarlo.
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—Ya te dije que no Tengen. —el menor de los hermanos se revolvió del agarré de su hermano intentando irse.
—¡Ya! ¡No seas amargado! —Tengen río divertido y apretó aun más su agarre en el cuello de su hermano. Evitando que huyera.
El castaño resoplo molesto, sabía que no podría ganarle a la fuerza bruta de su hermano, así que simplemente se resigno a ir con Tengen.
Al girar en unos de los pasillos a lo lejos pudo distinguir al mejor amigo de su hermano conversando con las otras tres chicas amigas de Tengen. Sin embargo, había una quinta persona, una muchacha que nunca antes había visto.
