Capítulo 8

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¿Por qué lo hizo?

Algunos días después...

Giotto.

Y me tomó por sorpresa todo lo que pude descubrir. Realmente no creí que ella fuera tan tonta. Nadie en sus completos cinco sentidos aceptaría semejante estupidez, pero cuando crees que nadie puede caer tan bajo, les llega la única persona que llevará la delantera por siglos... ella es la reina de Narnia.

Increíble.

De verdad le tenía mucha estima a la muchacha, solo que ahora con esto... ¿tanto ama al guardia? Que asco. El amor no te alimenta, te hace sufrir y te quita dignidad. En mi caso yo soy bien digno. Esas majaderías amorosas solo nos quitan dinero y tiempo. Realmente es algo muy valioso para mí y no lo voy a desperdiciar en una mujer que este conmigo solo por lo que tengo. Sinceramente estoy perfectamente proporcionado y soy increíble en todos los aspectos, además, le podemos incluir mi maravillosa cuenta bancaria.

Así que solo estaré con una mujer igual de increíble o mucho mejor que yo, pero mientras espero, me siento muy complacido con las mujeres exóticas que me encuentro en los bares latinos.

Definitivamente ellas me complacen cuando lo necesito.

Coloco mi pulgar para que la puerta reconozca mi huella dactilar y se pueda abrir perfectamente la puerta de mi departamento. Estoy cansado, estuve hasta tarde hablando con el departamento de diseño para que me dieran los modelos de una nueva aplicación. Quiero crear algo innovador y buscar ideas antes de empezar a programar. Podría decir humildemente que soy bueno en mi trabajo, pero no quiero engañarles, realmente soy el mejor. Solo que tengo empleados para delegar el trabajo y así yo poder tener un poco de tiempo para continuar creando mi magnífico imperio tecnológico y mi escultural cuerpo en el gimnasio.

Cuerpo y mente increíblemente sanos.

Escucho el sollozo de alguien y siento como mi cuerpo se tensa rápidamente al descubrir quién es. Miro fugazmente alrededor mientras ingreso al departamento, mi cuerpo se detiene al verla sentada en el suelo, con el rostro empapado de lágrimas y con su mano derecha, sostenía la izquierda.

El corazón me empieza a latir con rapidez.

—¿Qué te pasó? —termino de llegar a la reina de Narnia, que se sobresaltó cuando estuve frente a ella—. ¿Dónde estás herida?

Miro como su ropa estaba llena de sangre y sus extraños ojos me miran con dolor.

Joder, que esté bien.

—Quería intentar cocinar. En el palacio no me permiten hacer nada y quería hacerme una ensalada —sollozaba mientras me veía—. Lo intenté, pero me asusté porque vi un lagarto en tu cocina y solté el cuchillo.

Dejo de verla y miro que la encimera tenía algo de sangre.

—Vamos a la clínica —intento levantarla, pero no me deja—. Alexia, alguien debe verte. No sé dónde estás herida y hay mucha sangre.

—Le tengo miedo al dolor. No me puedo levantar —susurra con vergüenza—. Hice presión en la herida, pero empezó a salir más sangre y comencé a sentir dolor. Caí al suelo y solo me quedé aquí sin poder hacer nada.

—Y el imbécil de Jasper viviendo felizmente la vida con el novio —me cabreo, al verla como su rostro estaba lleno de dolor—. Vamos a llevarte a la clínica de mi madre. Soy un completo inútil que no puede ayudarte ahora mismo.

La tomo entre mis brazos y me doy cuenta de que al alzarla, la herida estaba en su mano. No pude ver qué tan profunda era, pero sí había mucha sangre en su mano.

El EmpresarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora