NADA ES PARA SIEMPRE

CAPÍTULO 3

Ron estaba con unos niños de no más de diez años que quería comprar algunas orejas extensibles. En eso, Luna Lovegood entra a la tienda.

- ¿Luna?

- Oh, hola Ronald.

- ¿Qué haces por aquí? Pensé que estabas en América

- Ah, ya he vuelto, pasaba por aquí y quise entrar ... Parece que hay mucho nargles por aquí – dijo, mirando alrededor.

- Seguro... - Ron miró a Luna y sonrió. Cuando la conoció, pensó que era una chiflada rara, pero conforme fue conociéndola un poco más, se dio cuenta que ella era muy buena persona, pero muy... peculiar.

- ¿Ron? ¿Estás bien? ¿Acaso un torposoplo se metió en tu oreja? – dijo la chica, acercándose al pelirrojo.

En ese momento, Ron se fijó mejor en las facciones de su amiga. Cuando la vio por primero ver, tenía un aspecto de lunática total, pero ahora... Su cabello, antes desgreñado y desarreglado, ahora era brillante y con algunas ondas en las puntas; sus ojos seguían teniendo esa expresión de sorpresa permanente, pero había algo que a Ron le parecía bastante diferente...

- ¿Ya estás mejor? – dijo la chica

- ¿Eh? Ah, sí...

- ¿Has sabido algo de Ginny? No me ha escrito desde hace un par de semanas.

- Oh, no está aquí. Se fue a Irlanda, a la final de la liga de Quidditch

- Vaya... Bueno, Ron, fue un gusto verte. No estaremos viendo – dijo la chica, despidiéndose del pelirrojo con un beso en la mejilla.

- Eh... sí, claro, pronto... - murmuró el chico, sonrojándose. Pero Luna ya se había ido.

Sonrió de nuevo. ¿Qué le pasaba? Volteó de nuevo a donde se encontraban los niños, pero ya no estaban ahí. Entonces, viendo que ya se había hecho tarde, salió de la tienda.

*quince minutos después*

Con un 'plop' apareció en la sala de su casa. No había nadie. 'Qué raro, Hermione siempre llega antes que yo' – pensó, extrañado.

A pesar de eso, no dejaba de pensar en Luna...