CAPÍTULO 10

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Fin de semana. No tenía trabajo, y pensaba quedarse todo el día metido en su cama, sin hacer nada. Pero, para su pesar, no pudo. Le llegó una carta; era de Andrómeda. Saltó de la cama, tomó las gafas del buró y abrió la carta:

Querido Harry:

Espero que Ginny y tú estén bien. Te escribo porque quisiera saber si podrías cuidar de Teddy este fin de semana. Tengo algunos asuntos que arreglar y no puedo dejar a mi nieto solo. Si es que puedes, desearía que vengas a recogerlo lo antes posible.

Saludos,

Andrómeda

Harry sintió de repente las energías renovadas. Teddy era su ahijado, lo quería muchísimo y le encantaba cuidarlo. Entonces, se vistió rápidamente, tomó su varita, se la guardó y se desapareció. Cuando se dio cuenta, ya estaba frente a la casa de Andrómeda. Tocó la puerta, y escuchó las risas de un niño, que se hacían más fuertes y cercanas cada vez. La puerta se abrió y un niño de al menos cinco años y con cabello negro que abrazó a Harry:

- ¡Tío Harry! ¡Tío Harry!

- Hey, pequeño Ted. ¿Cómo has estado?

- ¡Bien! ¡Ayer mi abuela me dio esto, mira! – dijo el niño, sacando un pequeño tren de su mochila – Dice que era de mi abuelo. ¿No es muy bonito? – dijo, poniéndole el trenecito en la mano de Harry.

- Sí, Teddy, muy bonito – dijo, sonriendo.

- Hey, ¿no te piensas despedir de tu abuela? – dijo Andrómeda, con fingida indignación.

- Adiós, abuelita. – dijo el niño, abrazando a su abuela. Entonces, Harry tomó la mano del pequeño y empezaron a caminar hacia el pueblo que se veía desde la colina en la que se encontraba la casa.

- ¿A dónde vamos, tío Harry?

- Uhm... no lo sé – dijo, Harry, poniendo cara de concentración – ¿Quieres ir a... Sortilegios Weasley? – el cabello del niño cambió de color a azul eléctrico de manera súbita.

- ¡Sí, sí, sí! ¿Vamos allá, tío Harry? ¿Vamos allá? ¿Dónde está la tía Ginny?

- Eh... la tía Ginny está ocupada, Ted. Pero, ¿no quieres ver al tío George y al tío Ron?

- ¡Sí, sí! ¡Vamos! – dijo el niño, entusiasmado y dando saltitos. Harry sonrió.

*después*

- ¡TÍO RON! ¡TÍO GEORGE! – gritó Teddy, para luego correr y abrazar a George.

- Eh, pequeño. ¿qué tal? – dijo, despeinando el cabello del niño. Entonces, Teddy corrió hacia el sentido contrario.

- ¡Tía Hermione! ¡Estás aquí! – dijo (el cabello de Teddy ahora era castaño oscuro)

- Hola Ted. – dijo Hermione, sonriendo con ternura - ¿Cómo estás? ¿Y Andrómeda?

- Mi abuela tenía cosas que hacer, y mi tío Harry me ha traído aquí. – dijo, llevándola a donde se encontraba Harry. Pero, de repente, unos de los productos de la tienda le llamaron la atención al niño, y salió corriendo, dejando a Harry y a Hermione ahí.

- Es una ternura – dijo Hermione para ella misma.

- Sí... - dijo Harry, mirándolo. Ver una sonrisa en el rostro de ese niño le daba una gran felicidad a él. Aún le dolía la muerte de Remus y Tonks, pero por eso era que quería estar al lado de su ahijado, porque él sabía lo doloroso que podía ser vivir sin el cariño que pueden dar los padres...

Entonces, ambos notaron que se habían quedado solos, parados y en un silencio un poco incómodo.

- Bueno... yo me voy... - dijo Hermione, señalando tras suyo.

- No, quiero hablar contigo – Harry tomó del brazo a la chica, y la llevó fuera de la tienda. Hermione no sabía qué hacer, y se dejó llevar.

- ¿Qué es lo que quieres? – dijo Hermione, nerviosa.

- Hablar de lo que pasó ese día...

- ¡Lo que pasó fue que ambos estábamos borrachos! ¡No debió pasar nada! – dijo, acalorada.

- ¡Pero pasó! Justo por eso...

- ¡Por eso nada! Ya te dije, no debió pasar... Tú estás con Ginny y yo... yo con Ron – dijo Hermione, mirándolo a los ojos, intentando entender lo que decían. Vio... ¿decepción?, ¿tristeza?

- El lunes te iré a buscar a tu oficina para almorzar. Si ese día me dices que no quisiste que nada pasara, que no sentiste nada, y yo no volveré a mencionar el tema, te lo prometo – dijo el chico. Luego de eso, entró en la tienda y, comprándole algunas cosas a Teddy, salió para ir a su casa, dejando a una Hermione confundida.

NADA ES PARA SIEMPREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora