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El emperador de orbes cerúleo miro nuevamente el rostro dormido de su segunda hija.

A primera hora de la mañana se despertó al sentir su costado vacío, dándose cuenta que su hija había escapado por la noche.

Siguió el rastro de su magia hasta que llegó al árbol carmín, donde la encontró durmiendo bajo la sombra del árbol, pero el encontrarla no alivió en nada sus emociones.
El borde de sus ojos estaban rojizos haciéndole saber que había llorado.

Otra vez tuvo esos sueños?, cuándo iba a terminar todo ese sufrimiento para la infante?.

Llevó a la rubia su habitación decidiendo esperar hasta que despierte para poder desayunar juntos, además de que no tenía deseos de trabajar o reunirse con los molestos nobles.

-majestad.

Fijo su mirada en el mago peli azabache que acudió ante su llamado por medio de la magia.

El oji rojizo se mantuvo apacible pero no dudo en mirar a la segunda princesa, quien estaba durmiendo apoyando su rostro en el regazo del emperador mientras él acariciaba su cabello.

-el estado de Athanasia sigue siendo el mismo?.

-su cuerpo está sanando poco a poco, el aporte de la princesa Caliope ha sido de gran ayuda para que la primer princesa sané con más rapidez.

El rubio guardó silencio unos segundos para luego observar con atención al mago.

-usé el hechizo que dijiste, sabías sobre lo ocurrido con el alma de Caliope?.

-cuando nos conocimos pude ver un rastro en sus ojos de otro tipo de magia que jamás vi en este mundo -le confesó volviendo a mirar a la rubia igual que el imperial -tenía mis teorías y cuando nos volvimos a ver, lo confirmé al ver sus sueños, los ojos de la princesa son la prueba de que su alma proviene de otro mundo.

Claude frunció ligeramente el ceño ante ese dato, por eso sus ojos eran de un color jamás visto en la familia imperial?, pero sus ojos eran la combinación de sus ojos y los de ella, si tenía no solo su magia sino la de otra persona, quería decir que su difunta concubina también tuvo magia de otro mundo y por eso aún estaba cerca de ellos?.

Todo era muy confuso, iba a tener que hablar con Caliope o tal vez investigar sobre su herencia mágica para asegurarse de que ella no sufriría ningún peligro mágico.

-el maestro de magia de Caliope debe atender unos asuntos en su territorio así que serás su maestro hasta que él regresé, procura que no utilice demasiado su magia y cuidala -sus orbes brillaron al mirar al mayor, quien hizo una reverencia.

-es un honor para mi ser el maestro de una princesa tan habilidosa como su alteza, Caliope -le sonrió levemente al rubio, quien lo miro con frialdad y con un ademán le ordenó que se fuera -"malditos Alger, debí haber destruido su línea de sangre hace siglos, pero seria una pena perder tal poder puro además tenía mucha pereza para luchar contra ese inútil y acabar con todos los imperiales".

Iba a tener que relacionarse más con esos magos de poder azul, los cuales detestaba por su arrogancia y los problemas que causaban.
Aunque iba a ser entretenido teniendo ante sus ojos a un nuevo poder que no solo era cerúleo azul sino un llamativo color kunzite.

||𝐀𝐑𝐓𝐄𝐌𝐈𝐒𝐀.||² ⁽ᴾᵃᵘˢᵃᵈᵃ⁾.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora