||𝐀𝐑𝐓𝐄𝐌𝐈𝐒𝐀.||² ⁽ᴾᵃᵘˢᵃᵈᵃ⁾.

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Habían pasado unos 2 o 3 días desde que habló con Lucas, y sentía que ese momento era el indiciado para decirle lo que sabía al emperador.

Gracias a la ligera brisa fría estaban merendando en el interior del palacio garnet, al menos solo ellos dos ya que el pelirrojo estaba parado a unos metros de ambos.

En cierto punto le daba pena ya que ellos estaban comiendo cosas deliciosas y él estaba parado sin poder beber o comer algo.

Solo estaban ellos tres sin ninguna otra sirvienta, Caliope frente a Claude, ambos tomando su té preferido y ella comiendo algunas galletas de avena y miel.

-princesa, se encuentra bien?.

Miro a su escolta que la veía ligeramente preocupado, ella era silenciosa pero ese día la sentía extraña, como si algo la estuviera perturbando.

-sí, no te preocupes -sus orbes imperiales bajaron a la taza en sus manos que estaba quedando vacía.

Debería decirle o dejar que el pedófilo se encargue de informarle de los posibles peligros?.

Claude apretó sus labios frunciendo al ceño al ver la mirada perdida de su hija menor.

-Caliope, qué sucede?....el mago te hizo algo? -sus orbes brillaron alertando al pelirrojo.

Hace unos días sintió el hechizo de Caliope activarse pero no sintió ningún poder maligno, pero si el hechizo de protección se activó quería decir que sí quisieron hacerle daño.
Encontró a su hija descansando en su árbol favorito sin ningún rasguño encontrando un rastro en ella del mana del mago peli azabache, así que supuso que fue a verlo o se encontraron.

-Lucas no hizo nada -lo miro inquieta por el fuego en su mirada hasta que el rubio relajó su expresión aliviando al caballero.

-estás preocupada por Athanasia?, ella va a despertar, o acaso quieres algo?.

Lo miro pensativa ante sus preguntas, estaba preocupado?..se preocupaba por ella?.

Miro a otro lado relajando su expresión dejando que el cansancio sea notorio en sus orbes brillantes que parecían estar cristalizados alertando a los hombres.

-p-princesa?, quiere algo?, quiere que llame a Lady Lillian?! -Felix miro alarmado a la menor sin saber qué hacer al ver sus ojos "llorosos".

La menor cerró los ojos y negó con la cabeza para después suspirar, los miro con atención decidiendo dejar de lado su pesar y su negativa a contar sobre su pasado para no demostrar sus emociones....o lágrimas.

El emperador también la miro atento apretando su mano que estaba en su regazo.
Qué diablos la estaba poniendo tan mal?, si alguien le hizo o dijo algo, iban a rodar cabezas.
Se iba a encargar él mismo de torturar y acabar con esa escoria que hizo poner triste a su hija.

-Felix, vete.

Ante la orden del rubio, lo miro unos segundos para luego mirar preocupado a la princesa pero hizo una reverencia y salió de allí.

-"de cualquier forma luego le contará todo lo que le haya dicho, típico de los bestfriends" -bajo su mirada abriendo sus manos encima de su regazo.

No quería..no quería tratar ese tema con él porque sabía que iba a querer ayudarla y..ella no quería que la ayuden, ella no quería la ayuda de nadie, quería cumplir su propósito y...ya no volver a sentir ese dolor en su pecho.

-bebe un poco -el rubio le acercó su propia taza con el té un poco más cálido que el suyo.

Ella no negó el té y sostuvo con sus dos manos la taza del emperador, quien la miro atento viendo que le dio unos sorbos a su té para dejarlo en la mesa aún sosteniendo la taza, dejando que su calidez calentará sus pequeñas manos.