Capítulo 11

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Hermione siguió las indicaciones de la elfina y encontró la sala. Los sillones eran finos y se veían cómodos, había cuadros familiares y pinturas costosas en las paredes, alfombras de terciopelo, adornos llamativos por doquier, estaba maravillada con el lujo de aquella mansión cuando de pronto, recargado en el brazo del mueble se encontraba un bastón de plata.

En ese momento a Hermione todo le dió vueltas.
Recordó la muerte de Pansy. Su cuerpo en el suelo, un bastón de plata y un hombre...

Draco: Hermione. Buenos días. No te oí entrar.
La castaña se giró y se encontró de frente con Draco.
Hermione: ¿Cómo llegué aquí?
Draco: Te desmayaste. Lo único que se me ocurrió fue traerte aquí. Perdóname. Sé que tal vez no debí hacerlo pero no encontré otra solución me asusté mucho cuando te ví caer al suelo.
Hermione: Muchas gracias Draco. Mi madre debe de estar preocupada.
Draco: No te angusties. Le mandé una nota para avisarle que estabas aquí. Le dije que te llevaría a tu casa cuando lo dispusieras.
Hermione: Gracias Draco. Gracias por todo.
Draco: No tienes nada que agradecer.

De pronto entró a la sala un hombre alto, rubio, de ojos claros vestido con una túnica negra.

Lucius: Draco ¿Haz visto mi bastón de plata?

A Hermione esas palabras le retumbaron en la cabeza.
"Bastón de plata". Recordó la noche en que vió morir a Pansy. Pero al mismo tiempo los sucesos de su propia tragedia. Su  cuerpo comenzó a temblar y un escalofrío le recorrió la espalda.

Hermione: ¡No! ¡Cedric! ¡Mi bebé! ¡Draco sálvalo!  Salva a mi bebé.  Pansy Draco. Hay que ayudar a Pansy. No se mueve, ayúdame, hay que traer a un doctor. ¡Mi bebé! Por favor salva a mi bebé.

Después de unos segundos Hermione se desmayó.

Draco: ¡Hermione! No Hermione no me hagas esto. Despierta por favor. Hermione, Hermione. Padre, trae alcohol ¡rápido!
Lucius: Si, si. Ya voy.

Draco logró que Hermione recuperara la conciencia.

Hermione: ¿Qué me pasó?
Draco: Perdiste el conocimiento. No te preocupes, con esto te vas a sentir mejor.

Draco le aplicó un calmante y la llevó a su cama para que descansara.

El Bastón de Plata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora