El Bastón de Plata

Capítulo 6

Mansión Malfoy
10 AM
Narcisa y Lucius charlaban en la sala de su casa sobre la nueva decoración de su salón de té cuando de pronto la puerta se abrió y por ella entró Draco con la mirada perdida, las manos temblorosas y un sudor frío que le recorrió el cuerpo. Llevaba en sus manos una caja de madera.

Narcisa:¿Draco que...? ¿Qué es eso? ¿Dónde estabas? ¿Y Pansy?
Draco: Pansy está aquí madre.
Draco señaló la caja.
Narcisa lo miró sin comprender.

Narcisa: ¿Cómo? ¿A qué te refieres?
Draco: Pansy está muerta mamá.
Narcisa:¿Qué?

Lucius Malfoy se levantó del sillón y abrazó a su hijo.
Draco volvió a llorar amargamente en el hombro de su padre.
Narcisa sollozaba en su asiento.

Draco: Quiero que el acto fúnebre sea a las 6. Padre pido permiso de usar la sala para ello.
Lucius: Por supuesto hijo. Dispondré todo. ¡Cárter!

Un elfo doméstico vestido con una camisa de tela raída y agujereada se acercó a Lucius.

Elfo Cárter:¿Mandó llamar el amo?
Lucius: Manda prender velas negras, restriega el piso de la sala, lava los muebles, trae una corona de rosas blancas, manda por una paloma y ponla en una jaula al centro de la habitación, prepara café cargador encárgate de avisar que la esposa de Draco murió. Cuando lo hayas hecho recibe a la gente y házlos pasar a la sala.

Elfo Cárter: Como ordene amo Lucius.
El elfo desapareció con un chasquido.

Horas después...
Las personas estaban llegando. Los amigos de Draco, Blaise, Teo, Crabbe  y Goyle fueron a darle el pésame.

Una fotografía de Pansy colgaba de la pared. Estaba enmarcada en oro. En ella Pansy lucía un vestido verde esmeralda pegado al cuerpo, un anillo de diamantes en la mano derecha y una radiante sonrisa iluminaba su rostro.
Así era como Draco quería recordarla. Con su sonrisa maravillosa y sus ojos brillantes de ilusión.

Blaise: Draco sé que esto te duele muchísimo pero tienes que ser fuerte.
Draco: Ella... Pansy estaba embarazada Blaise.
Blaise:¿Qué?
Teo: Santo Dios.
Crabbe :¡Carajo!
Goyle: No es posible.
Draco: He perdido a mi esposa y a mi hijo de golpe. No sé si pueda seguir viviendo sin ella.
Blaise:Claro que puedes. No va a ser fácil pero podrás. Confío en que podrás.

En cuanto todos se fueron Draco se encerró en su habitación a llorar su desdicha. Lo recuerdo lo invadieron y se le clavaron como flechas en el corazón.
El eco de su voz y de su risa retumbaba en sus oídos, el brillo de su mirada estaba en su mente, el sabor de sus besos seguía en su boca.

Draco: ¿Por qué te fuiste y me dejaste tan solo?
¿Y nuestro hijo? ¿Por qué no pude verlo crecer? Pude haberle enseñado tanto... Y ahora estoy sólo sin tí y sin él.

En el pasillo se encontraba Hermione, quién se había quedado para ver en qué podía ayudar.
Preguntó al elfo Cárter cuál era la habitación de Draco, y siguiendo sus indicaciones llegó hasta ella.
Llamó a la puerta sin respuesta alguna, pero no se rindió hasta que escuchó un ronco "pase".

Empujó la puerta y entró a la habitación. Draco estaba sentado en la cama, pero en cuanto Hermione entró le clavó la mirada. Tenía los ojos rojos mientras que su rostro no contaba con expresión alguna.

Draco:¿Qué sucede?
Hermione;No me gusta tu aspecto
Draco: Maravilloso, no esperaba tu aprobación
Hermione: Que gracioso.  Te traje algo de comer.
Draco: Llévatelo Hermione no tengo hambre.
Hermione: Ya está aquí y no voy a irme hasta ver que hayas comido algo. Tienes que alimentarte.
Draco:No quiero.
Hermione: Pues no pienso dejar que mueras de hambre así que no me iré de aquí hasta que el plato esté vacío.

Draco permaneció sentado en la cama mirando el plato de comida sin expresión alguna.
Así permaneció las 3 horas siguientes.
Hermione no se movió de allí en ningún momento.

Draco:¡Basta! ¡Está bien! Si lo que quieres es que coma lo haré.
Hermione sonrió.
Draco tomó el plato que contenía verduras hervidas, rollitos de pollo, arroz, spaghetti,y gelatina de limón, además de agua de frutas.

Una vez hubo dejado el plato vacío limpió su boca con la servilleta.
Draco: Gracias
Hermione: Gracias a ti por alimentarte.
Draco: ¿Por qué te preocupas por mí si apenas me conoces?
Hermione: Porque Pansy siempre decía que eras bueno  y veo que no se equivocaba.Debo confesarte que tenía mis dudas sobre si la querías o no, peor viéndolo bien ella no se equivocó en lo que decía de tí. No pudo haber elegido mejor prometido. Sé que la hubieras hecho muy feliz.
Draco: De nuevo gracias Hermione.

Y así, Draco y Hermione emprendían el camino para empezar a conocerse.