El Bastón de Plata

Capitulo 26

Patricia Diggory se acercó a la puerta de madera y llamó. No sabía con qué se iba a encontrar, tenía miedo pero también guardaba la esperanza de que su hijo pudiera perdonarla.
Hermione, que estaba lavando ropa, se dirigió a la entrada para abrir la puerta.
Del otro lado había una mujer alta, de cabello castaño vestida con una falda azul y una blusa blanca.

Hermione: ¿Sí diga?
Patricia: Buenas tardes. Mi nombre es Patricia Diggory.
Hermione: ¿Qué? ¿Ha dicho Diggory ?
Patricia: Así es. Estoy buscando a mi hijo Cedric.

A Hermione casi le da un infarto.
Hermione: ¿Usted...? ¿,Usted es la mamá de Cedric?
Patricia: Eso dije. ¿Tú quién eres?
Hermione: Hermione Granger.
Patricia: ¿Podrías decirle a mi hijo que estoy aquí?
Hermione: Pase por favor.

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Amos y Elena llevaban más de dos horas caminando completamente desorientados. Por fin después de tanto tiempo tenían una pista para encontrar a Lucius.
Amos: ¿Estás segura que es por aquí?
Elena: Sí, no hay duda. Confía en mí.
Amos: Lo hago Elena.

De pronto varias nubes negras los rodearon. Las nubes se movieron rápidamente a su alrededor. Eran los mortífagos, quienes los rodeaban mientras les apuntaban con sus varitas. Al centro de todos se encontraba Lucius Malfoy.

Lucius: Buenas tardes. ¿Van para algún lado?
Elena: Por fin te atreves a dar la cara maldito.
Lucius: Hola Elena. ¿Cómo está tu hija? ¡Ah se me olvidaba!.
Muerta.

Elena enfureció y sacó su varita. Pero antes de que pudiera hacer algo, Lucius la desarmó.

Lucius:¿Y tú Amos? ¿Pudiste despedirte de tu primogénito? Inteligente para lo negocios según escuché, lastima que haya escogido tan mal a su socio.
Amos: ¿Cómo te atreves a hablar de mi hijo?
Lucius: Tienes razón. Basta de charla. ¿Cuáles son tus últimas palabras Amos?
Amos: La justicia se encargará de tí.
Lucius: Despídete de éste mundo Diggory .

Elena le lanzó hechizos a Lucius pero los mortífagos fueron más rápidos. Uno de ellos la aventó contra la pared con un hechizo . Repitió el hechizo tres veces hasta que su cabeza comenzó a sangrar.

Lucius:¡Basta! Váyanse. Dejénmela a mí.

Todos los mortífagos desaparecieron dejando a Lucius con Elena y Amos.
Amos: ¡Déjala!
Lucius: ¡Cállate Diggory! ¡Avadakedavra!
Elena:¡Amos!
Lucius: Estorbaba demasiado.
Elena: ¡Desgraciado!
Lucius: ¡Crucio! ¡Crucio! ¡Crucio!
Elena: Vas a pagar por todo lo que haz hecho.
Lucius: ¿A sí? No veo como. ¡Crucio!
Elena: ¿Por qué la mataste? Era la mujer que tu hijo amaba.
Lucius: Draco merecía algo mejor. No una estúpida sentimental que le daría una niña inútil. ¡Crucio! ¡Crucio!
Elena: ¡Era tu sangre!
Lucius:¡Crucio! ¡Crucio! Las niñas no pueden manejar los negocios Elena.
Elena: Pansy era buena.
Lucius: Lo sé. Era una buena para nada igual que tú. Saludamela. ¡Avadakedavra!

Los mortífagos lanzaron chispas verdes al cielo.
Ese era el inicio de otra batalla entre magos y mortífagos.