°|Parte 21|°

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03•07•22

Caí de espaldas en el suelo e inmediatamente sentí al menor sentarse en mi abdomen, me sorprendí pero no me dio tiempo de reaccionar ya que inmediatamente sentí como mi cabeza giraba tan bruscamente por el golpe que el más bajo me propino que pude escuchar parte de mi cráneo y cuello tronar, así varias veces hasta que el olor a sangre impacto con fuerza en mis fosas nasales, este era un olor muy fuerte más no desagradable, que incluso sentí medianamente húmedas mis mejillas y por lo que podía imaginar no solo mi rostro tendría sangre si no también mi ropa y tal vez algo de sangre cayó en el suelo, en un instante escuche un crujir, que no venía de mí o de mi cuerpo, al menos este no.

No podía sentir dolor pero si sentía como mi cuerpo era arremetido con fuerza por los golpes que Jacob me propinaba, pero aún si no puedo sentir dolor físico, puedo sentir el dolor emocional y mental del lobo, algo que no es de mi completo gusto, me hace sentir enfermo.

¡Eres un maldito bastardo! ¡Por tu jodida culpa todo el jodido peso recae en mi espalda! ¡Tú y tu estúpida familia me están matando! Me grito encolerizado y aunque creí que sus golpes perderían fuerzo no ocurrió, estos me llenaron con mucha más fuerza siendo incluso anormal para un metamorfo ¡¿Tienes la puta idea de lo que me obligan a hacer y sentir?! ¡NO! ¡No tienes ni la menor idea de todo lo que me han hecho por tu culpa! ¡Maldito bastardo!

Logré escuchar su voz quebrarse al final de sus gritos e inmediatamente sentí como todo el peso de Jacob recaía en mi abdomen «Aunque realmente no pesaba mucho, era preocupante» 

¡Por tu culpa ellos me odian! ¡Por tu culpa ellos no me aceptan! ¡Por tu jodida culpa! ¿Por qué no te largas y me dejas en paz? Me pregunto entre susurros con furia, sus ojos acuosos y relampagueantes.

Los golpes seguían sin disminuir, al contrario aumentaron, la sangre que escurría de a chorros de las manos de Jacob también lo hicieron, podía escuchar como los huesos del lobo se quebraban para inmediatamente curarse y regenerarse, sin embargo eso no lo detenía o si quiera se daba cuenta de ello. Los pensamientos de Jacob pasaban de soslayo por mi mente, estos eran tan rápidos que no podía interpretarlos, siendo lo único que se escuchaba por encima de todos sus pensamientos era el aullido de su lobo interior, se escuchaba el sufrimiento, la humillación y el asco a si mismo entre sus aullidos.

«¿Cómo cabe tanto dolor en un cuerpo tan pequeño?».

«No... La pregunta sería ¿Cómo cabe tanto odio y dolor en un humano?» Me pregunte.

Agarre los brazos de Jacob en un intento de que parara de lastimarse a sí mismo y al poco tiempo los golpes comenzaron a ser erráticos, casi inexistentes y sin una verdadera lucha por parte del lobo para continuar con su suplicio, sus lágrimas me llenaron el pecho y gran parte de la cara, sus sollozos se hicieron escuchar en mis oídos, me gire haciendo que esta vez fuera el más bajo el que estuviera debajo de mí cuerpo, apresándolo con este.

El lobo seguía llorando que quite mis manos de sus brazos e inmediatamente los puso encima de sus ojos, tal vez en un intento de que no mirara sus lágrimas derramarse sin piedad.

Me sentía perdido y no sabía que hacer, solo podía ver a un Jacob diferente al que había conocido apenas hacía un mes, de su boca solo salían balbuceos sin orden o control apenas entendibles, además de sus sollozos, vi sus nudillos y estos estaban increíblemente rojos y llenos de sangre.

Crepúsculo, Nueva Historia...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora