Isabella camino y abrió la puerta marrón se metió y tardo cinco minutos, después salió con una cara que daba miedo y a la vez irritación, otra vez con sus quejas, me preguntaba cómo es que en algún momento la consideré como mi hermana, suspiré negando.
—Se puede saber por qué mi habitación es tan pequeña, yo también quiero mi habitación igual de grande como la Rosalie o Alice ya de perdida como la de Tia
—Mejor agradece que te hayamos dado una habitación propia y no puedes cambiarla con nadie, además tú no necesitas dormir así que si no la quieres con mucho gusto te la quitamos y te quedas en el jardín como tú prefieras —Contesto con burla Leah, Isabella comenzó a caminar más que furiosa hacia ella.
—¡¿Y tú quién te crees como para hablarme así?! Te recuerdo que yo soy la esposa de Edward y eso me convierte en una Cullen más así que respétame
—No me creó, soy tu princesa así que más te vale que le vayas bajando dos rayitas a tu jodido comportamiento y actitud de mierda, ¿Por qué si yo quiero justo en este instante te puedo matar o que tal torturar? pero ya mismo te recuerdo que eres y siempre serás una Swan
—Además el hecho de que seas la esposa de Edward no significa que puedas hablarle así a mi hermana ella vale mucho más que tú —Adrián contesto con altanería —, como para que te pongas a pelear con ella, por cierto, esta tu hija presente por favor compórtate
—Isabella tienes dos opciones, la primera es le pides una disculpa de rodillas ante mi hermana por ofenderla o la segunda te enseño cuál es el verdadero miedo que incluso vas a rogar por clemencia cosa que no va a suceder, ya te advertí tú decides
Los hermanos de Jacob y sus hijos se pusieron a un más pálidos de lo que ya estaban —si es que es posible —, eso es llegar a los extremos, pero sabían que no podían interferir en la decisión de Jacob, literalmente su palabra era ley, los Cullen se sorprendieron por la reacción de Jacob, pero tampoco intercedieron por Isabella, ella sonrió porque pensó que Jacob jamás le haría daño, cuan equivocada estaba.
—Yo no me pienso arrodillar y menos disculpar ante está perra, además tú jamás me harías daño, porque me amas y lo sabes Jake —Hablo con coquetería.
En el momento que Isabella dijo eso los hermanos Vulturis, se dieron una cachetada que resonó y después negaron, teniéndole pena a la pobre de Isabella.
—Esa es la repuesta más estúpida que he oído viniendo de ti hasta ahora y eso que en tu vida todo lo que dices es una estupidez, pero te aclaro dos puntos, el primero: Sí, en algún punto me llegaste a gustar incluso me enamore de ti de lo cual ahora me arrepiento pero es que en ese tiempo era un niño de mierda inmaduro que no sabía con que se metía pero ahora me doy cuenta que no eres más que una perra que solo enamoro a Edward por su dinero y para que te convirtieran en neófita pero mira que bien ocultas tu verdadera cara y la última pero no menos importante Leah es mi hermana grábatelo bien en esa cabeza y si la defiendo es porque es mi familia así que si llegas a molestar a mis hijos, a mis hermanos eso incluye a Rosalie, Alice, Jasper y Emmett, a mi madre Esme o a mi ahijada incluso si les llegas a faltar al respeto créeme que yo mismo me voy a encargar de que sufras toda la eternidad, eso es bastante tiempo
Jacob se quedó mirando fijamente los ojos de Isabella y sus ojos cambiaron a un color rojo escarlata con la pupila dorada, alrededor se marcaron sus venas en un tono obscuro casi negro, la tensión en el ambiente era palpable, todos observaron cómo es que Isabella caía de rodillas y comenzaba a temblar mientras se tocaba el rostro, si es que ella pudiera llorar se nota que lo estaría haciendo a mares, Jacob a este punto estaba sonriendo, su sonrisa era macabra.
ESTÁS LEYENDO
Crepúsculo, Nueva Historia...
FantastikLos Vulturi acababan de llegar al punto de encuentro donde se iniciaría una muy posible batalla entre clanes, esto por saber si la hija de Edward Cullen y Isabella Cullen (antes Swan) es una niña inmortal o no, todo había sido escrito, pero... ¿Y s...