one shots | stray kids | PEDIDOS CERRADOS

Han Jisung.

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Miraba la televisión mientras Han se bañaba, escuché la puerta abrirse, pero no le di importancia.

Jisung empezó a caminar hacia a mi, subiéndose a la cama, donde termino sentado encima mío.

— Hannie, no puedo ver bonito. —dije moviendo mi cabeza.

— Ese es mi objetivo, que lo único que puedas ver, sea mi. —dijo poniendo sus manos en mi abdomen.

— Lo estas consiguiendo. —le di un casto beso en los labios.

Lo abrace por la cintura, y después volví a hablar.

— Quiero una foto de esto. —dije riendo.

Saque mi celular y saque una foto desde mi perspectiva, haciendo que solo se viera a Han sentado encima mío.

— ¿Qué vas a hacer con la foto? —acerco su cara a la mía.

— Guardarla, y después subirla a insta. —dije y le di un beso.

Lo volví a abrazar por la cintura, poniendo mis manos a los costados de esta.

— Tenes una cintura pequeña, me gusta. —dije soltando una carcajada.

— ¿Quéres otra foto, no? —asentí y saqué mi celular una vez más.

— Quiero que apretés tu remera contra tu cuerpo. —el se río e hizo lo que le pedí, nuevamente, saque una foto desde mi perspectiva.

— ¡Me encanta tu cinturita, mi amor! —enterré mi cara en su pecho y el empezó a reírse.

— Espera. —se levantó de la cama con mi celular, y lo acomodo de modo que enfocaba la cama.

— ¿Ahora quién quiere una foto, eh? —dije mientras vi como se sentaba encima mío de nuevo.

— Lo quiero de fondo de pantalla. —dijo riendo.

Puse mis manos en su cola, haciendo que el se sobresaltara.

— Vos te estas regalando solo, mi amor. —levante los hombros.

Después de unos segundos quietos, el se levantó nuevamente a buscar mi celular.

— ¡Oh, me gusta, me gusta! —dijo acostándose al lado mio.

— Déjame ver —dije y el giro el celular—. Voy a subir las tres fotos a insta.

El me dio el celular, y entre a instagram.
Elegui las tres fotos juntas, de descripción puse "Mío." y la publique.

— Mi nene. —lo abrace dejando que el se escondiera en mi pecho y me acariciara la espalda.

— Tu nene, mi nena. —dijo mirándome.

— Tu nena. —le di un beso.

Acaricie su pelo, mientras el se acomodaba mejor en mis pechos.

— Esto es mejor que usar una almohada. —enterró más su cara.

— Tenes el permiso de usarlas cuantas veces quieras. —empecé a reírme.

— Te amo.

— Yo más amor. —seguí acariciando su pelo, hasta que nos quedamos dormidos.