one shots | stray kids | PEDIDOS CERRADOS

Bang Chan.

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Corria desesperada por los pasillos, tratando de no llegar tarde a clase de nuevo.

— Estúpida alarma. —maldije agarrando el picaporte de la puerta, abriendo esta.

Las miradas de mis compañeros se pusieron encima mío, y entonces el profesor habló.

— Señorita Kai, ¿Por qué llega tan tarde? —pregunto el señor, y yo solo cerré la puerta detrás mio antes de decir alguna palabra.

— Perdón profesor, mi alarma no sono. —dije la verdad sabiendo que el no iba a creerme.

— Esa excusa, la escuche mil veces, inventense algo mejor. —dijo haciendo gestos con sus manos dejando de mirarme.

Después de eso, pude escuchar como el profesor decía "Sentate con Christopher."
Sin rechistar me fui a la mesa donde estaba sentada la persona que me gustaba desde que entré a la universidad.

El mismísimo Bang Chan, y es que en realidad.
¿Cómo no podría enamorarme de un chico como el?

Es un chico carismático, amable, atento con cualquier persona, y sus hoyuelos son la cosa más linda que pude haber visto.
El sabe perfectamente que tiene a media universidad detrás de el. Pero nunca afecto su manera de ser.

— ¿T/N? —dijo mi amor platónico llamando mi atención.

— ¡Perdón Chan! —me disculpe saliendo de mi trance, a lo que el solo soltó una carcajada.

— Todavía no sacaste tus cosas, y el profesor ya esta copiando.

Al darme cuenta que lo que el decía era verdad, agarre mi mochila, saque mi carpeta y la cartuchera con mis útiles.

Trate de prestar atención a la clase, pero me era imposible, el perfil de Chan es tan lindo, que parece irreal, podía notar sus hoyuelos cada vez que alguien le dirigía la palabra.

Y esos mismos hoyuelos aparecían cuando el me hablaba, me siento feliz por ser yo quien hace que aparezcan.

——

La clase terminó y era hora de irnos a casa.
Antes de salir, me acerque a una de mis amigas.

— ¡Lisa! —corri detrás de ella, agarrandola del brazo— Tengo mucho de que contarte. —dije y la llevé cerca de la pared de la universidad.

— Conta. —dijo agarrando mis manos.

— Hoy, ¡Me sente con Chan! —respondi con emoción.

— ¡No! ¿En serio? —dijo con sarcasmo, a lo que yo solo me solté de su agarre y golpee levemente su hombro.

— No seas tonta, ese chico me gusta desde que empecé la universidad. —dije desviando la mirada.

— Amm, te dejo, si pasa algo llámame. —palmeo mi hombro y se fue dejándome sola.

— Así que —mis ojos se abrieron por la sorpresa, al saber de quién provenía esa voz, y apreté mis puños a los costados de mi cuerpo—, ¿Te gusto? Que linda.

Me di la vuelta con la valentía que tenía, y lo mire a los ojos, asentí tímidamente, tratando de calmar mis nervios interiores.

— Si, demasiado, aun así, no creo que sea una sorpresa para vos, traes loca a media universidad. —escuche una carcajada suya, y después sentí como me abrazaba.

— Tengo el honor de decirte, que también me gustas, mucho, demasiado. Podríamos intentarlo, si eso te parece bien. —dijo sobando mi cabeza, nos separamos. Me abalance a sus labios, haciendo que el soltara un quejido de sorpresa, pero que después correspondiera el beso inmediatamente.

Nos dirigimos a la estación del colectivo, agarrados de las manos mientras hablábamos de varias cosas.