one shots | stray kids | PEDIDOS CERRADOS

Han Jisung.

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Salí a pasear a mi perrito Tobby en la plaza que estaba cerca de mi casa.

— ¡Busca! —tire su juguete y el salió corriendo para agarrarlo, y después me lo trajo— Muy bien. —acaricie su cabeza.

Había llovido hace dos días, por lo tanto la tierra seguía medio humeda, y obviamente habían charcos con agua sucia.

Descuide a mi perro tres segundos por revisar las notificaciones de Twitter.

— ¡Tobby! —empecé a correrlo, hasta que el se tiro en un charco.

El volvió hacia mi, pero se sacudió manchándome la ropa en el proceso.

— Cuando volvamos a casa te vas a bañar. —lo apunte con el dedo, y el solo ladró a la persona que estaba del otro lado del charco.

Era un chico cacheton y con un lunar en uno de ellos.

— ¡Perdón! —dije en cuanto me di cuenta que estaba con manchas de barro en la ropa.

— No pasa nada. —hizo gestos con sus manos mientras sonreía.

— En serio perdón, no me había dado cuenta, mi perro se escapó. —trate de excusarme.

— No te preocupes, en serio. La ropa se lava. —me sonrió sin mostrar los dientes— Además, también estaba corriendo a mi perro. —apunto a su perro que estaba jugando con Tobby.

— Necesitan un baño los dos. —dije viendo como nuestros perros tenían manchas marrones.

— Ya era hora. —soltó una carcajada, hice lo mismo.

— Tobby, nos vamos. —engache la correa al collar— Gusto en conocerte. —estreche mi mano con la de el.

— ¿Tu nombre?

— EunJi, ¿El tuyo? —sonrei.

— Jisung. —copio mi acción— Me caíste bien. —solté una risilla.

— Vos también a mi.

— Deberíamos salir a pasear con nuestras mascotas. —dijo poniéndole la correa a su perro.

— Es buena idea. —hice una pausa mirando sus regordetes cachetes, y volvi a hablar— ¿Me pasas tu número? Para conocernos más, y arreglar un día para ir a pasear.

— Si obvio. —saco su celular y dicto su número, mientras yo iba anotando en el mio.

Es realmente lindo.

— Cero, tres. —termino de dictarlo.

— Bueno, gracias. —guarde mi celular.

— Yo ya me voy. Adiós. —hizo un gesto con su mano.

— ¡Chao! Tus cachetes son lindos. —vi como el miro a otro lado sonriendo.

— Tus ojos también son lindos. —se dio la vuelta y camino, saliendo de la plaza.

Yo estaba parada en mi lugar, con las orejas rojas. Tobby me saco de mi trance ladrando.

— Vamos pequeño. —empezamos a caminar— ¿Quéres que el perrito blanco, sea tu hermano? —lo mire y el solo ladró.

Seguro voy a volver a enamorarme.