one shots | stray kids | PEDIDOS CERRADOS

Lee Know.

Hola mi vidaaa!!
Cómo estás?? <33
14:56

Hace unos días que no hablaba con Minho, pero desde ayer que le mando mensajes, y no me contesta.
Nisiquiera responde mis llamadas.

— Me voy a adelantar, tengo que hacer algo. —mi compañera asintió, salí de mi lugar de trabajo dirigiéndome a su departamento.

No me asustes de esta forma.

~

— ¡Amor! —grite, nadie respondió y me preocupe más, asi que corri a su habitación, abriendo la puerta abruptamente— Ay, Minho, que suerte que estas bien.

El estaba sentado en su silla frente al escritorio, jugando a algún juego.

— Oh, ¿Cuándo llegaste? —pregunto sin mirarme.

— Recién, vine porque no contestabas mis llamadas y mensajes, pensé que te había pasado algo. —jugué con mis manos, y el asintió.

~

1 hora, hora y media, estaba en su cama, aburrida, y el seguía jugando, como si yo no estuviera ahí.

— Min, ¿Cuándo vas a terminar de jugar? Me aburro. —me acerque a el, sacandole un audífono para que me escuchara.

— Estoy a nada de terminar cielo. —asentí, era una mentira.

Me sentía mal, regrese a su cama, mis ojos se aguaron, me sentía sola.

Puede que el ya no me ame.
Sabía que sus bromas eran verdad.

Empecé a pucherear, me hice bolita, el no se iba a dar cuenta si lloraba.

— Si ya no me querías me podrías haber dicho, —sorbi mi nariz mientras sollozaba— no era tan complicado.

~

Habrían pasado al rededor de 20 minutos, yo seguía llorando, nisiquiera estaba pensando en dejar de hacerlo.

— Mi vida, ya termine. —senti su mano en mi hombro, y asentí sin darme la vuelta— ¿Estas enojada? —negué rápidamente, Minho se tiro al otro lado de la cama, viendo mi cara empapada de mis lágrimas.

Sentí sus brazos envolver mi cuerpo, y empezó a murmurar disculpas.

— Amor perdón, perdoname, no llores más jagi. —solloce más fuerte, y como pude, hable.

— Me sentí muy sola. —dije con hipos.

— No cielo, perdón, nunca más vuelvo a jugar cuando estés conmigo. —beso mi cabeza.

— No me molesta que juegues, solo sentí que ya no me amabas más, no me mirabas, no me hablabas, me sentí sola.

— No nena, no pienses eso jagi, yo te amo mucho, fue mi culpa haber seguido jugando, tendría que haberme centrado en vos. —acaricio mi espalda— Lo lamento.

Seguí llorando.
Al final Minho se puso cariñoso y me abrazo toda la tarde mientras me daba besitos, diciendome lo mucho que me amaba. Y así arreglamos las cosas entre nosotros.