1. Una Ultima Vez.

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-¡Por favor dejame ser tu novio!- gritó el pelinegro extendiendole un ramo gigante de rosas al peliblanco.

-No- dijo fuerte y claro, sin atisbo de duda.

-¿Eh?- el pelinegro levanto la mirada para observar al hermoso chico de cabellera blanca y ojos violeta -¿Por qué?

-Por que no quiero.

-Oh... Bueno- sonrió un poco triste el pelinegro que tranquilamente le dejo el ramo de rosas que había mandado hacer específicamente para él -La siguiente vez sin duda me aceptaras, ¡Te quiero Wakasa Imaushi!

Dicho esto salió corriendo del lugar dejando al peliblanco con las palabras en la boca.

-¡Oye Wakasa!- gritó su amigo peliazul haciendole gestos con la mano para que se acercará.

Una vez a su lado pudo observar con su usual aburrimiento a sus dos amigos, el peliazul poseía una notable cicatriz en su ojo izquierdo que se encontraba fumando un cigarrillo de lo mas tranquilo y su otro amigo de tes morena y de cabello rapado, que por cierto era como tres cabezas mas alto que él.

-¿Que necesitan?- preguntó aburrido abrazando sus rosas mientras un pequeño y casi imperceptible rubor empezaba a invadir sus mejillas.

-¿Que a ti no te gusta Shinichiro?- preguntó el mas alto de los tres confundido, nunca entendería porque lo rechazaba a pesar ser un sentimiento mutuo.

-Si, me gusta Shini.

-¿Entonces porque lo rechazas Siempre?- preguntó esta vez el peliazul expulsando lentamente el humo.

-Cierto, ¿Cuantas veces van?, ¿Diecinueve o Veinte?- el mas alto dijo un tanto dudoso al mismo tiempo que avanicaba con su mano intentando alejar el olor al tabaco que casi no le gustaba.

-Es el rechazo número veinte- murmuro el peliblanco tranquilo debatiendose mentalmente si decirles o no -Lo que pasa es que dejara de preguntarmelo si le digo que si y me gusta mucho ver como se esfuerza siempre.

-Nunca te voy a entender- murmuro el peliazul dandole un pequeño empujón -Espero que no sea demasiado tarde cuando te decidas a darle el sí.

-¿Que cosas dices Takeomi?, Shini es mas saludable que nadie y es la persona mas terca que conozco.

El chico simplemente se encogió de hombros restandole importancia, apesar de apoyar a sus dos amigos, queria y anhelaba que su amigo pelinegro encontrara a la persona indicada que lo amara con locura.

Los tres amigos se despidieron, todos tenian que madrugar ya que irían a comprar cosas que el pelinegro les había pedido amablemente para la fiesta de su hermano menor Mikey que celebrarian en una semana.

Grande fue su sorpresa cuándo en la noche los teléfonos de los tres amigos se llenaron de mensajes y llamadas.

-Shinichiro Sano, Murio.

Y juntó con el un pedazo del alma del peliblanco.
Que ni siquiera tuvo el valor suficiente como para presentarse al funeral del chico que amaba.

Años después.

-Nos vemos después chicos- murmuró cansado el ahora chico de cabello largo con mechones morados.

-¿Estas seguro que quieres ir solo?- preguntó preocupado su amigo Takeomi que estaba al lado de su hermana menor Senju.

-Podemos acompañarte Waka- se acercó la chica rápidamente al mayor.

Ambos hermanos sabian lo mal que el de mechas se ponía en el mes de agosto, aun después de varios años el era incapaz de aceptarlo del todo.

-No se preocupen, estare bien- sonrió amable, iria por tercera vez al cementerio.

El mayor siempre evitaba pasar cerca de ese lugar, la primera vez que visito el lugar fue dos semanas después del entierro de Shinichiro, la segunda fue en lo que seria el cumpleaños número veinticinco del pelinegro, dos años después de su muerte y justo ahora, había tomado el valor de ir, queria hablar aun que no obtuviera una respuesta del pelinegro.

Ambos hermanos aun que dudosos lo dejaron partir con la promesa de que le llamarían mas tardé solo para asegurarse de que estuviera bien.

Una vez que llego al lugar donde se encontraba el último lugar de descanso del pelinegro, empezó a limpiar las pequeñas hojas secas que estaban en el lugar.

-Hola Shini- sonrio tristemente mientras se sentaba en el frio suelo -Lamento no venir tan seguido como Takeomi o Benkei.

Solto un suspiró y negó rápidamente juntando sus rodillas y pegandolas en su pecho, abrazadose a si mismo.

-Me e sentido muy sólo desde que te fuiste, fue como si me hubieran arrebatado una parte de mi- tomo tanto aire como pudo mientras trataba de retener las lagrimas que amenazaban con salir -Si tan solo pudiera verte una vez más, si tan solo pudiera decirte cuanto te amo, despues de tantos años sigo amandote.

-Me gustaría regresar el tiempo, te extraño tanto Shini, por favor permíteme verte una vez más.

-Vamos Shini, preguntamelo una vez mas, si quiero ser tu novio.

Y sin poder evitarlo empezó a llorar en silencio, observando atentamente la lápida donde se podía leer "Tumba de la familia Sano".

Cuando por fin se logró calmar, se levantó del suelo, limpió el polvo que se habia adherido a su ropa y se despidió para salir del lugar, el cielo estaba coloreandose de un fuerte gris, amenazando con una fuerte tormenta.

Mientras manejaba hacía su casa empezó a llover, primero una simple llovizna y después de unos segundos, gotas gruesas empezaron a caer, empezando a obstaculizar la vista del chico que en ningún momento paro su motocicleta.

Algunos carros pasaban a su lado a una velocidad moderada salpicando el agua y otros iban demasiado rapido para su gusto.

En un momento de distracción estuvo apunto de caer sin embargo logró mantener el equilibrio justo a tiempo.

-Maldicion- gruño molesto deteniendose a un lado para evitar algún accidente.

Y justo cuando estaba encendiendo su motocicleta de nuevo... ocurrió, un automóvil fuera de control lo arrolló.

En ese momento Wakasa Imaushi no sentía absolutamente nada, no sentia el frío aire ni tampoco las gotas de agua que chocaban en su rostro.
Tampoco sentía como poco a poco perdía sangre por la fuerza del impactó.

Lo unico que sintió en ese momento fue una enorme paz al saber que pronto se reuniría con Shinichiro.

-Shini, por favor espérame- murmuró empezando a quedarse dormido -Nos reuniremos muy pronto.

Soltó un suspiró donde dejo salir absolutamente todo, lo único de lo que podría arrepentirse sería el no poder despedirse de sus amigos y de la pequeña Senju.

Una ultima vez pensó en cuanto amaba al chico y en lo feliz que hubieran sido... tal vez en otra vida lo lograron.

Una ultima vez, Wakasa quería una ultima oportunidad para estar con el pelinegro.

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