Capitulo 6.

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-¡MI AMIGO! ¿Por qué no lo pediste antes? ¡Claro que puedes quedarte aquí!—considerando que tengo una padre impredecible y "cool" no entiendo como es que pensé que sería más difícil convencerlo.

El pelirrojo sonrió agradecido y después susurró lo suficientemente bajo para que sólo yo lo escuchara —Cierra la boca, puedes comerte una mosca.—

Suspire pesadamente llamando la atención de papá.

—¿Qué pasa?— pregunto papá.

—Odio el sushi—Proteste.

Papá puso los ojos en blanco, pero no dijo nada.

Espere que terminarán de cenar. Pero sentía que el pescado picado me criticaba desde el cielo—o mar— de pescados muertos y decía algo como "Eres un asco de persona, Olivia Jones ¡Lo eres!"
Bueno jodido pescado, tú eres más asqueroso.
En paz descanses, oloroso.

Al término, el pelirrojo se ofreció a lavar los platos. Pero como el amable padre que tengo se limitó a negar con la cabeza y pedirle que se volviera a sentar.

—No te preocupes, Livvy lo hará después— Los ojos azules de papá se clavaron en mi— ¿Verdad, cariño?.

¿Es en serio?¿Tú quieres que mate a alguien antes de las 10 pm?
Asentí lentamente pero no me negué de la bella sensación de rodar los ojos.

Papá se fue a la sala a mirar un partido, mientras que mi colorido amigo me ayudaba a meter los trastes al lavaplatos. Benditos lavaplatos, benditos, benditos.

¡Qué América bendiga a los lavaplatos!

—¿A qué hora te irás mañana?—pregunte.

—Temprano— Sus labios se juntaron creando una línea recta.

Forme una "o" con la boca y cerré el lavaplatos para hacerlo funcionar.

—¿Qué mierda...?

Ed sonrió burlón, apretó un par de botones y la máquina del mal comenzó a hacer su trabajo.

¡Qué América bendiga los botones!

—No es tan difícil...— Intento explicar Ed, pero no tenía ganas de escucharlo.

—Si, si, si— Interrumpi.

El chico rodó los ojos y sonrió.

—No tienes que ser tan mala—Agrego aún sonriendo.

—No soy...— Me forcé a interrumpirme— bueno... No tan, tan.

—Claro—Asintió.

Se escucho un grito de victoria desde la sala, así que Ed se fue a sentar con papá a ver el partido. Subí las escaleras pesadamente con intenciones de dormir, o morir, lo que pasará primero.

En mi habitación había un pequeño sillón y me sente a leer un libro que papá me dio para saber inglés fácilmente.

Se lo que debo saber, papá.

¡Qué América no bendiga sus aburridos libros!

Preferí sacar la portátil y hablar con mis amigos por alguna red social que la abuela odia por ser "extremadamente" peligrosa.
Pero ninguno de mis mejores amigos estaba conectado.

¿Qué hora es en México?

Estúpida, sólo es una hora de diferencia. Ni que estuvieras en China.

Como buena latina que soy me decidí por ver vídeos de Germán y de Luisito Rey, hasta que escuche pasos en la escalera que se detuvieron frente a mi habitación.
Contuve la respiración hasta que oí la voz de papá del otro lado.

—Livvy, cariño, deberías dormir, mañana tienes que despertarte temprano—Mire el reloj, apenas eran las 9 pm. ¡Soy una chica grande, papá! ¡Las chicas grandes se desvelan!—Ed dormirá al final del pasillo—Informo, pero un buen Jones no puede vivir sin arruinar algo, así que agrego— Bueno... en una cama... que esta al final del pasillo... en una habitación. La... de invitados.

Rodé los ojos sonriendo para mis adentros. No me iba a reír de papá, bueno no a través de una puerta. Incluso pude sentir al Naranja aguantando una carcajada al otro lado de la puerta.

—Te amo, papá.—Conteste.

—Yo también, Livs— Oh no, ¿Nuevo apodo?




Dormir no era divertido en Nueva York, quizá era la idea de "La ciudad que nunca duerme".

¿O esa eran Las Vegas?

El caso es que va a ser media noche y no quiero ir a dormir. He estado en la portátil y los ojos me arden un poco, pero los cool kids* no duermen. Bostezo y cierro la portátil. Me levanto para salir de la habitación e ir hacia el baño.

Abro la primera puerta que veo y entro cerrandola detrás de mi. Todo esta muy obscuro, tengo tantas ganas de orinar que me da igual si prendo la luz o no. Estoy apunto de desabrochar mi pantalón cuando la habitación se ilumina dejándome ciega por medio segundo.

—¿Quieres un autógrafo o algo por el estilo?

Recupero la visión para encontrarme con los ojos azules del pelirrojo mirándome entre confundido y divertido por la situación.

Abro los ojos como platos.

—No, no... Oh mierda, me equivoque... Yo no...— Intente explicar, pero las palabras se atoraban en mi lengua.

—¿Es tu casa y no sabes donde quedan las habitaciones?—Pregunto en tono burlón.

—Yo... ¡Me acabo de mudar!—Me defendí.

Sus ojos bajaron de mi cara a mis manos que aún sujetaban el broche de mi pantalón.

—Entonces... ¿Quieres violarme mientras duermo?

Me sonroje. Dios, que pena.

—Quiero orinar.

—¿Ese es algún fetiche? ¿Orinar a las persona te exita?

Los colores se me subieron hasta las mejillas. Quería que... NO, mejor dicho, NECESITABA que la tierra se abriera y me tragara completa.

—Si querías dormir conmigo, solo lo hubieras pedido—

Hijo de...



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*Haciendo referencia a la canción de "Cool Kids" de

One Night (Ed Sheeran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora