Entre la venganza - [Eyeless Jack y Jane the killer]

XXVII: Es una promesa

Todos iban en absoluto silencio cuando se percataron de que habían llegado al bosque de Slenderman, el primero en decirlo en voz alta fue Jeff. Hizo un comentario sobre la niebla, y el color grisáceo del césped, y a modo de respuesta, Avodro confirmó las sospechas de todos. Sin embargo, ninguno volvió a decir otra palabra, continuaron callados pero con más precaución. Los cuatro se fijaban bien donde pisaban, para evitar hacer ruido. Cada poco tiempo, miraban hacia atrás y a sus alrededores. Compartían miradas comunicativas, y se hacían alguna que otra seña. La llegada de Slenderman no fue nada cautelosa, no hubo ninguna intención de no hacerse notar. Simplemente salió de entre la niebla, con una calma asesina atemorizante. A su derecha tenía a Toby, y a la izquierda a Hoodie. Se quedaron de pie, frente a los cuatro, observándolos con unas notorias ganas de batallar.

—Se ven tan ridículos —dijo Jeff, siendo el primero en hablar—. Ya hasta me está dando pena matarlos.

—Tienes muy grande la boca para las estupideces que dices, Jeff —respondió Toby con su típico tartamudeo.

Jeff estaba listo para responder, pero Avodro disparó una flecha contra Slenderman, cosa que inició la batalla. El operador y sus proxys corrieron contra Jack y sus acompañantes, y estos hicieron lo mismo. Al inicio los golpes fueron premeditados, Jeff esta vez atacó a Toby y Nina se enfocó en Hoodie, mientras que Jack y Avodro le hicieron frente a Slenderman. A pesar de que Slenderman estaba por enfrentarse a dos oponentes él solo, demostró seguridad en sí mismo. Jack fue el primero en conseguir encestar un golpe en el hombro de Slenderman con su hacha, sin embargo el operador lo lanzó contra un árbol alejándolo. Avodro aprovechó ese instante de descuido para clavarle una flecha a Slenderman en la pierna derecha. El operador volteó con rabia, con el hacha de Jack en el hombro, la flecha de Avodro en la pierna, y mientras un aura violeta oscura lo rodeaba todos sus tentáculos brotaban de su espalda; la sed de sangre era visible en él.

Nina había impresionado a Hoodie, este la subestimó al ver su pequeño tamaño. Sin embargo, ella supo aprovechar su desventaja en una ventaja. Jugó con la agilidad que poseía, haciendo la diferencia en su enfrentamiento. Aún así, no era suficiente para Hoodie, el cuál con su tentáculo obligaba a mantener una distancia prudente a Nina, la cual necesitaba acercarse para darle provecho a sus dagas. El enfrentamiento de ambos, era distinto al resto por las diferencias físicas y las técnicas de pelea, pero por esto mismo era el más interesante. Ninguno tenía heridas graves, hasta que Hoodie consiguió golpear a su rival con su fierro. El golpe fue dirigido al brazo derecho de Nina, provocando que perdiera estabilidad, cuando Hoodie lo notó, rápidamente tomó el pie de la contraria con su tentáculo y la tiró al suelo. Con la ventaja estaba listo para molerla a golpes con su fierro, pero Nina rodó en el suelo esquivando por centímetros el golpe, haciendo que el fierro de Hoodie golpeara el suelo. Ella clavó rápidamente su daga en la rodilla de Hoodie y posteriormente le dio una patada en los testículos, todo desde el suelo. Hoodie se vio forzado a retroceder por el dolor, mientras que Nina se levantó y se posicionó para seguir peleando.

—¿Duele? ¿Qué te duele? —preguntó de manera retórica Nina—. Si allá abajo no tienes nada.

No hubo respuesta por parte de Hoodie, solo apretó con fuerza su fierro y bufó lleno de rabia.

A unos cuantos metros, Jeff reía de manera histérica mientras batalla contra Toby, y este era preso de su ira ante el psicópata de sonrisa tallada. Atacaba de manera frenética, pero ningún hachazo de Toby era bien lanzado, lo que le permitía a Jeff esquivarlos con facilidad. Pelear enojado no estaba ayudando a Toby, ya que su síndrome de Tourette y sus tics nerviosos tomaban el control.

—¡Hey! Ticci Toby, querido amigo de toda la vida —exclamó Jeff tomando una distancia prudente de su rival, mientras apuntaba con su cuchillo—. ¿Por qué no resolvemos este cómo hombres? —preguntó Jeff con el tono más convincente que jamás había usado, mientras soltaba su cuchillo, dándole entender a Toby que quería pelear a puño limpio.