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Tema recomendado para escuchar, de manera simultánea, con el capítulo:
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Jack huyó del edificio. Lo que sentía en aquél momento no tiene un palabra exacta, debido a que era una mezcla de emociones. Por un lado, se sentía avergonzado, cosa que no sentía hacía tiempo. Había quedado como un mentiroso y un traicionero, le importaba principalmente por Jane. Y él sabía muy bien que ambas cosas eran ciertas. Nunca mintió, pero no dijo la verdad, cosa que equivale a lo mismo. No le dijo la verdad a Jane, y tampoco a su amigo. Además, pensó y decidió traicionar a Jeff. No lo hizo, pero tuvo la intención, y de haber podido lo habría hecho. Eligió el amor antes que la amistad, como pasa comúnmente, pero esta vez su amor no estaba lleno de sinceridad. Y mientras se adentraba en el bosque, la rabia lo invadía. Odio hacia sí mismo. No comprendía por qué razón había hecho todo aquello, el no era así. La furia salía principalmente al recordar el primer momento en que no dijo la verdad, aquél bar que comenzó todo. Si ese día hubiese comunicado la realidad a Jane, las cosas serían diferentes, pensaba mientras caminaba a paso lento. O quizás nunca habría pasado nada con Jane, motivo por el cuál ocultó la verdad. Pero de no ser así, acababa de perder a una persona que parecía valer la pena. De la rabia dio un paso a la tristeza. Casi llegaba a la cabaña cuando el líquido que expulsa por sus cuencas incrementaba y manchaba todo su rostro. Que irónico, había tomado la costumbre de ir sin máscara, al igual que Jane. Pero siguió usando otra, una que era una mentira, y la periodista se había encargado de quitársela.
Abrió la puerta de la cabaña, y cerró de un portazo. Se llevó las manos a la cabeza, agarrándose del cabello. Gritó con furia, y rompió en llanto dejándose caer al suelo. Se insultó y se maldijo a sí mismo. Había hecho cosas malas, muchas durante toda su vida. Pero nada le parecía tan malo como lo que había hecho, lastimar a una persona herida que bajó la guardia. Golpeó el suelo entre sollozos, deseando poder volver el tiempo atrás y arreglar lo que había hecho mal. La culpa lo hostigaba, y lo haría por el resto de su existencia. Se sentía la peor bestia existente, se sentía como una mierda. Y probablemente lo era.
Sin embargo, el tiempo no parecía darle la oportunidad de llorar al fantasma. Porque mientras seguía lamentándose en el suelo, oyó ruidos de un árbol partirse, y más tarde impactar con el techo de la cabaña. No había ninguna tormenta, y las posibilidades de que el árbol cayera por sí solo justo en su cabaña eran muy bajas. Entonces supo que no había sido casualidad. Se levantó del suelo lentamente, y miró por la ventana, dándose cuenta que el ambiente había cambiado. El reino del operador era notable en todo momento. El fantasma apretó sus dientes y cerró con fuerza sus puños. Era lo último que necesitaba ahora, pero no tenía más opciones que tomar el toro por las astas.
Fue hasta su habitación, buscó el hacha de Gaezel y las manoplas. Estaba por salir del cuarto, pero se detuvo. Le faltaba algo, algo que no debía haber dejado nunca. Fue hasta su armario, y rebuscó encontrando una máscara. La última que le quedaba. La miró durante unos segundos y cuando oyó más ruidos fuera, se colocó la máscara. Apretó el mango del hacha y salió de la cabaña. Miró a su alrededor, pero no vio nada. La niebla de siempre, los árboles más oscurecidos, y el césped grisáceo. Caminó durante unos segundos alrededor de su hogar, pero seguía sin divisar nada. Hasta que escuchó el ruido de un tronco quebrarse detrás suyo, y cuando volteó vio un árbol que caía sobre él. No pudo esquivarlo, porque este no iba a una velocidad normal de una caída, parecía haber sido lanzado. El golpe del árbol lo dejó aturdido. Estuvo unos segundos sin moverse, en los que su cerebro buscaba volver a la normalidad. En algún momento Jack usó su fuerza sobrehumana para quitarse de encima el tronco, aunque se le dificultó un poco. Posteriormente, se topó con Slenderman parado enfrente suyo.
—Hoy estás creativo —respondió el fantasma buscando algún punto fijo en el que mirar al sin rostro.
Ambos se midieron. Fueron unos segundos en los que miles de pensamientos atravesaron al fantasma. Y mientras más sucedía, más rabia lo invadía hasta que el combate comenzó. El primero en atacar fue Jack, que lanzó un ataque con su hacha, y acto seguido Slenderman se teletransportó para evitar ser herido. Luego, estando a una distancia considerable del fantasma, los tentáculos de Slenderman comenzaron a salir desde su espalda. Y casi como si hubiesen estado de acuerdo, comenzaron a correr uno hacia el otro para enfrentarse. El operador utilizó uno de sus tentáculos como estacas intentando apuñalarlo, tal como hizo con Avodro. Sin embargo, Jack antes de recibir el golpe, entró en su estado inmaterial y traspasó a Slenderman, hasta quedar detrás de él. Al hacerlo, volteó en una milésima e intentó clavarle su hacha, pero el operador también fue rápido y una vez más se teletransportó. En ese momento, Jack se dio cuenta que el combate ocurría de esa forma, entre ataques exactos y reacciones aún más precisas. Pues ambos ya sabían como enfrentarse el uno al otro. Por lo tanto no ganaría el más fuerte, sino el que cometiera menos errores. Y los contrincantes sabían que solo uno seguiría con su existencia después.
En el bosque del operador, no existe el día ni la noche, el cielo solo es gris de manera interminable. Slenderman y Jack batallaron bajo este durante horas, horas en el ninguno de los dos pudo dañar al contrario. El fantasma peleaba con una furia interna que jamás había sentido, pero se controlaba e ignoraba sus emociones, porque sabía que un solo descuido le costaría la vida. Y no quería perder, no por orgullo como lo hacía antes, sino porque anhelaba cumplir con la venganza de Avodro. En su lado Slenderman era un ser incomprensible para el fantasma, lo único que sabía con certeza, era que el operador no descansaría hasta vengar la muerte de sus proxys. Por todo lo mencionado, la lucha transcurrió entre movimientos ágiles y calculados. Slenderman hizo uso de su teletransportación cada vez que necesitaba esquivar al fantasma, y este cambiada a su estado inmaterial constantemente y se desvanecía cuando lo necesitaba. Hasta que en algún punto, gracias a una milésima milagrosa, Jack logró hacerle un tajo en la espalda a Slenderman. Y desde ahí, la pelea cambió. Ambos comenzaron a golpearse, probablemente por el cansancio que los castigaba. Y cuando el fantasma dañaba al operador, se percató de que el cielo cambiaba entorno a este. En el momento en el que consiguió rebanar el segundo tentáculo, comenzó a llover. Era una lluvia intensa, que aumentaba con cada herida que Slenderman recibía.
El piso ya había pasado de su estado húmedo a ser barro, y en ese entonces ambos estaban heridos y agotados. Slenderman tenía solo tres tentáculos y diferentes cortes en varias partes de su cuerpo. El fantasma tenía la piel de su espalda bastante grave, ya que había recibido varios golpes como si fueran látigos, que poco a poco abrieron su piel. Pero los dos aún tenían algo de energía para seguir luchando, y el odio combinado con la sed de venganza los potenciaba. Las cosas parecían equilibradas hasta que Jack en un intento de atacar a su rival, resbaló con el barro. Slenderman no dudó en aprovechar esto y se lanzó sobre el fantasma. y le clavó uno de sus tentáculos en su hombro izquierdo. Jack pegó un grito desgarrador, y sin tener tiempo a poder defenderse, Slenderman lo levantó ayudándose de sus tentáculos restantes y lo lanzó sin rumbo alguno hasta que impactó con un árbol. Por tal acción, había perdido su hacha y la mitad de su máscara estaba partida. Intentó reponerse y buscó su hacha en el suelo, pero segundos después Slenderman le pisó la cabeza hundiendola contra el suelo. Sintió como sus cuencas se llenaban de barro, nuevamente Slenderman lo alzó y lanzó lejos. Cuando Jack cayó al suelo, con su rostro lleno de barro, todos los momentos de los últimos meses pasaron frente a él. Y recordando las manoplas que un día le dio el cazador, creyó hallar la forma de sobrevivir. Se quedó en el suelo, fingiendo estar rendido, con las manoplas colocadas en ambas manos. Y cuando Slenderman acercó uno de sus tentáculos a Jack, este lo agarró y mordió con todas sus fuerzas. El operador emitió un sonido estridente de dolor, y no tuvo tiempo para continuar atacando al fantasma debido al golpe que recibió en la cabeza. Y una vez que Jack le insertó un puñetazo a Slenderman, no se detuvo. La fuerza sobrenatural de Jack, sumadas a las manoplas de Gaezel, dieron vuelta la situación. Fueron tantos los golpes y a tanta velocidad, que el operador pareció quedar en nocaut cuando cayó al suelo. Y sin embargo Jack no se detuvo. Estando encima del ser que tantos problemas le había causado, no paró de darle puñetazos hasta que este no opuso resistencia. El fantasma se detuvo cuando no le quedaba aliento para seguir, y para entonces el operador estaba rendido en el suelo. Jack miró a su alrededor y buscó su hacha, camino hasta ella con paso lento y torpe respirando como podía. Tomó su arma, y volvió hasta el operador.
—Se terminó... se terminó hijo de puta —emitió entre respiraciones agitadas Jack— ¡Se terminó!
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Entre la venganza - [Eyeless Jack y Jane the killer]
FanfictionHan pasado años desde el homicidio de la familia Arkensaw, y sin embargo Jane aún sigue buscando a su mayor enemigo para asesinarlo. Nunca creyó que entre la venganza, encontraría el amor, y mucho menos que se tratara de un fantasma de la Segunda Gu...