Entre la venganza - [Eyeless Jack y Jane the killer]

I: Arkensaw

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Tema recomendado para escuchar, de manera simultánea, con el capítulo:

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[...]

Al entrar los vio, sentados allí en la mesa, todos muertos. Su madre y su padre, su familia sin vida. Todos con sus mejillas cortadas formando sonrisas, lo que volvía la situación aún más macabra. No podía quitar su vista de sus padres. Inevitablemente lágrimas comenzaron a caer de sus ojos, dándose cuenta que no había vuelta atrás. Mientras las lágrimas recorrían sus suaves mejillas, se sobresaltó al oír la voz del culpable.

—¡Bienvenida a la cena familiar! —soltó su risa enfermiza luego de su comentario—. ¡El especial del chef! ¡Arkensaw a la parrilla!

Tenía un nudo en la garganta que le impedía responderle al asesino, al desgraciado que arruinó su vida. Él siguió riéndose a las carcajadas de lo que había hecho, y de un momento a otro, llenó de lejía a Jane.

—¿Go to sleep?

Esas palabras la sacaron de su pesadilla. Jane se despertó agitada, se sentó en la cama, se quitó el cabello de la cara y se agarró la cabeza con desesperación. Una vez más, soñaba con aquella noche. La noche en que Jeff the killer destruyó toda su vida. Después de la repetitiva pesadilla lo primero que sentía eran ganas de llorar, pero cuando tomaba consciencia se llenaba de ira al pensar en que aquél sujeto aún seguía con vida. Se enfadaba con el mundo y consigo misma por no haber conseguido su venganza. Se volvió a acostar, destapándose, ya que la pesadilla la había hecho sudar. Tardó un rato y pudo retomar el sueño.

[...]

A la mañana siguiente se levantó temprano a pesar de haber dormido poco durante la noche. Se sirvió un café y mientras lo tomaba buscó noticias de algún homicidio que hubiese ocurrido en el país, como siempre lo hacía. "Hombre apuñala diecisiete veces a su mujer", decía el primer titular. Se trataba de un asesinato cometido por celos, nada del otro mundo. "Joven llega armado al colegio dejando veintidós muertos", ese era el segundo titular, no tenía nada que ver con su objetivo. "Asesinado por una cartera", un caso de un robo que terminó con un muerto, otra vez más para Jane aquello no era nada del otro mundo. Estuvo así, leyendo y leyendo titulares de desgracias que habían pasado en el país, pero nada de lo que leía tenía que ver con la persona que buscaba. Hasta que de reojo vio un titular que llamó su atención: "El vecino la encontró muerta y con una sonrisa tallada", con sólo el título sabía que era la noticia correcta. Comenzó a leer y se dio a sí misma la razón. Era Jeff, estaba segura. Toda la noticia concordaba con el modus operandi de él. El problema era que el homicidio había ocurrido en Bhurmortí, ciudad que le quedaba lejos a Jane. Ahí se dio cuenta que había perdido ventaja sobre Jeff. De todas formas ya no importaba, lo había localizado y en cuestión de horas estaría allí en Bhurmortí.

Primero se preparó. Tomó su mejor ropa y sus mejores cuchillos. Corrió un mueble, que tapaba la entrada de un enchufe, y de adentro, como si se tratara de un cable sacó un cheque. El cual tenía una cantidad de dinero enorme. Con las valijas listas, se fue de la ciudad, no sin antes cambiar el cheque en el banco. Y luego de esperar unas horas, tomó el tren que la llevaría a Bhurmortí, la ciudad donde Jeff se encontraba realizando sus crímenes. Acomodó sus cosas y se fue a su asiento, estaba usando su vestido negro, y llevaba puesta su máscara. Aquello causaba la mirada de las personas, pero a ella no le importaba. Tampoco le generaba miedo, mucho menos preocupación. Jane sólo miraba por la ventana, pensando en cómo acabar con el sujeto que tanto odiaba. Deseando que llegara el momento en que pudiera acabar con su vida. Durante años lo había intentado, pero no lo había conseguido de ninguna forma. Sin embargo, sentía que era el momento y el lugar. Algún que otro artículo o noticia había hablado de Jeff o de algún creepypasta. Claro que sin nada acertado, la gran mayoría creía que las historias sobre ellos eran mitos, pero las víctimas y testigos poco a poco eran más. Por lo que tantas historias, anécdotas, relatos, noticias, artículos, menciones y demás, no beneficiaban a ningún creepypasta. Algún fallo podía causar que la población se unificara para encontrarlos, y eso sería un problema que difícilmente podrían frenar.

De todas formas a Jane no le importaba un carajo todo aquello. Lo único que quería era su venganza. Ella no era una asesina aunque muchos lo creyeran. Era cierto que había acabado con la vida de varias personas, pero todas eran culpables de algo. Ladrones, asesinos, violadores o cualquiera que tuviese alguna similitud. Pero nunca le causaría daño a un inocente. Ella misma decía, que matar a un inocente la convertiría en el hombre que buscaba destruir. Por esas dos razones, el objetivo de su venganza y su tranquilidad de no tener las manos manchadas con sangre pura, hacían que el alboroto que se generaba alrededor de los creepypastas no tuviera mayor relevancia para ella.

[...]

Luego de las tantas horas que parecía que cada vez duraban más, llegó a Bhurmortí. Se bajó del tren con sus valijas, poniendo su primer pie en la ciudad. Ya estaba allí, una vez más detrás del sujeto que tanto odiaba. ¿Lo lograría esta vez? Se preguntaba mirando el tumulto de gente que salía del recién llegado tren. No podía responderse con seguridad, pero una sensación casi sobrenatural le hacía sentir que esta vez algo sería diferente.