capítulo 11

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Hay decisiones que tomamos con el impulso de nuestras emociones, no siempre nos detenemos a ver si es correcto o no lo es, solo las tomamos por la candela del momento, un impulso, al fin de cuentas, somos humanos y reaccionamos muchas veces por instinto.

Me gustaría decir que todo está escrito por nosotros, que realmente todo depende de nosotros mismos, pero para nuestra lamentación, nuestro destino no solo depende de nuestras acciones, no en esta sociedad, y Jisung lo sabía, lo sabía más que nadie, lo sabía, porque era víctima de, no solo sus decisiones, sino también del mundo que lo rodeaba, de todo su alrededor que siendo muy joven lo envolvió y hoy era victima de todo el conflicto que lo rodeaba.

Él sería feliz si en ese momento a nadie le importará su existencia, si la ignorarán simplemente. Así podría acercarse a Minho y pedirle huir del país, alejarse, sin importarle nada más, ni siquiera el agradecimiento a Amanda, le gustaría ser un poco más egoísta. Aunque ahora, en ese momento en qué el frío de la noche daba en su cara y él se abrazaba a si mismo porque, por la emoción del momento, olvidó el suéter en su casa, se dió cuenta que debía apostarlo todo si Minho aceptaba su perdón, todo, realmente un todo, todo lo que tenía, que bien no era mucho.

El plan era fácil, le comentaba todo, le contaba todo lo que sucedía conforme su compromiso, era transparente con él, comentaba el porque estaba junto a la muchacha, sus motivos, sus vida, el como fue realmente y al final le proponía eso de huir a algún lugar. No era muy difícil ¿Cierto?, Aunque ciertamente, el plan no era muy bueno, la gente tenía muy pocas oportunidades de salir del país, y es obvio que de manera legal ellos no podían hacerlo, no tenían un motivo justificable, todas las salidas eran avisadas al presidente, porque este daba la confirmación del viaje. Así que era obvio que no los dejaría ir, no sería como decirle: " disculpe, señor Castle. vengo a pedir un permiso de vuelo a un lugar lejos de aquí, ya sabe, con eso de que estoy comprometido con su hija, o estaba, y con lo mismo de que me amenazó con colgarme en la plaza, ni se diga, no puedo quedarme en el país. Pero no se preocupe, no voy solo. Me enamoré de un hombre, sí, de un hombre, que cosas ¿no?, su nombre es Minho, estoy seguro que lo conoce, es hijo de los Lee, amiguísimos suyos. Entonces... ¿si nos da el permiso?"

Eso no solo sonaría patético, sino también sería contraproducente, mas en un país en donde su relación no era bien vista, no para nada posible, no, no en lo absoluto.

Jisung estaba nervioso, le sirvió tanto ir caminando de camino al bar, le sirvió para pensar, pensar en si...¿Realmente dejaría a Amanda por Minho?, en ese momento, Jisung dijo que sí. Aunque, bueno, sabía que a penas si conocía a Minho, no sabía si el cariño que el castaño le brindaba era real, o si realmente era ese amor posible. Aunque no importó, esas a penas dos semanas que estuvo sin verlo se sintieron... Vacías, sin ninguna razón por la cual realmente seguir adelante, sintió que toda su vida sería de esa manera, sintió que realmente podía volver a pintar sus días grises de nuevo, encerrarse en la monotonía y no volver a molestar a Minho, realmente se dió por vencido muy fácil, muy, muy fácil, pero no contó que lo volvería a ver, no pensó en jamás volver a verlo siquiera, no por voluntad propia, pero si el destino era un caprichoso, y lo había vuelto a poner en su camino, era por algo ¿no?... eso fue lo que lo orilló a tomar la decisión de dejarlo todo.

Volver a ver a Minho fue... un choque, un choque entre lo frío de su corazón y lo cálido de sus sentimientos por él, Han, irremediablemente esta enamorado de un él, y ya no podía ni quería ocultarlo, no, Minho no merecía ser un sucio secreto, algo que se escondiera, porque Minho merecía ser admirado ante los ojos de todos, Minho... este era el color de sus días y todos deberían saberlo, pero, lamentablemente existían muchos peros.

Jisung se sintió como un robot esos días que no estuvieron juntos, sin corazón, sin ganas, tratando de convencerse en ser alguien más, ¿Realmente el agradecimiento podía más que el amor? No, realmente Han si amaba a Amanda, pero la amaba por gratitud, y esa unión era por eso mismo, gratitud a los buenos actos de la chica, pero por más que quisiera amarla, quitarse el corazón y entregárselo como ofrenda por haberlo ayudado, no podía, no podía porque Jisung ya no era dueño de su corazón, este había sido robado por una linda sonrisa de conejito. Se sabía que el dejar todo por ese romance, que bien podía ser pasajero, era casi considerado una estúpidez, digo, dejar a la mujer que lo había apoyado, que lo había defendido a capa y espada, dejar a ese flamante puesto, esa enorme casa, esos cuantos lujos, bueno, muchos podrían pensar que Jisung sería muy egoísta al dejarla. Pero Jisung quería ser egoísta, si eso implicaba estar junto de Minho, no importaba si su relación seria un secreto toda la vida, no importaba si ellos eran fugitivos, o si el mundo entero los odiara por ser diferentes, con tener su amor, con tenerlo a él, era más que suficiente para el moreno.

El baile de las mariposas (Minsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora