capítulo 8

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Jisung, por primera vez en todo ese mes que llevaba conociendo al castaño, deseo que el viernes no llegará pronto; pero ahora, para su desgracia, este había llegado apresurado, demasiado rápido para su gusto, cuando menos lo pensó ya era viernes.

Quiso tener el poder de controlar el tiempo y las situaciones para salir de aquel enredo de emociones, un enredo que lo tenía bastante jodido, un enredo que fue ocasionado por querer ser libre por una vez en la vida. Pero todo era su culpa, él tuvo que decirle a MinHo aquella noche que se alejará, él no tuvo que sostener su mano en aquel mínimo baile, él no tuvo que mirarlo a los ojos esa noche, fue su perdición y lo sabía; él tuvo que darse la vuelta en aquel pasillo, tuvo que evitarlo a como de lugar, él no tuvo que ir a aquel bar aquella noche de mayo, él tuvo que evitar sus deseos, tuvo que contenerse esa noche para no probar los labios de Minho, la culpa era suya por caer por esos ojos castaños, la cosa es que no se arrepentía de nada, nunca lo haría, no podía siquiera pensar la vida de otra manera.

La culpa era de Jisung por sentir atracción hacia un hombre, aún sabiendo que era incorrecto lo que sentía, su culpa era ser diferente y no cumplir con la regla que la sociedad exigía, solo debía hacer un solo trabajo: amar a una mujer y no lo estaba consiguiendo. La culpa era suya, por nunca hablarle de Amanda a Minho, dejándole las cosas claras desde un principio, era culpa suya ser un cobarde y querer tener un respiro de tan cansado guión de vida que llevaba plasmado en el resto de sus días, era su culpa nunca respetar ese silencioso acuerdo que tenía con la pelirroja de amarla para siempre, era su culpa porque nunca amo a Amanda de la misma forma en que lo sentía con Minho. ¿Cómo es que se permitió enamorarse de alguien más? Se sentía como un tonto, un tonto impulsivo que quiso desafiar a su destino por un tiempo, ¿Y que ganó con ello?, ¿Tener un sentimiento que no podía definirlo bien por miedo? ¿Unas terribles ganas de llorar porque esa misma noche alejaría a Minho de su lado?, Minho, su único respiro de cada día, Minho, el único que le hacía sentir, Minho, Minho, Minho... pero todo esto que haría era para no lastimarlo, se convenció de eso durante toda la semana. Jeongin tenía razón, debía dejarlo de lado para que no salieran heridos, con suerte y Minho se olvidaba de él muy pronto, aunque... ¿Sería egoísta si dijera que no quería que el castaño lo olvidará tan fácil?, Sí, Jisung era egoísta al querer retenerlo a su lado. Se supone que cuando amas tienes que aprender a dejar ir ¿No?, Eso debía hacer con Minho, tenía que dejarlo ir, por el bien de ambos.

Pero si eso era lo correcto, si dejarlo ir era lo correcto, entonces ¿Por qué se sentía como una mierda? No lo sabía, y tal vez nunca en su vida tendría respuesta del porque la mañana del Viernes se sintió tan jodido.

Se levantó pesadamente de la cama, el viernes le sonreía embustero, como si le diera la bienvenida a los peores días de su vidas, es más, hasta el cielo decidió volverse gris en cuanto de asomó por la ventana; Jisung odiaba los días grises. Hoy vería a Minho, le contaría sobre Amanda y lo dejaría de ver, tal vez para siempre, ese era el plan, y está vez por más que quiso convencerse de que esa decisión le convenía, no pudo hacerlo, eso de hablarle de Amanda no era para benefició suyo, era para que Minho fuera feliz y Jisung sabía que si lo mantenía a su lado, la felicidad solo sería momentánea.

Y para su desgracia, hoy no solo haría tal acto que apachurraba su corazón de solo pensarlo, sino también había quedado en la casa de los Castle para hablar sobre el caso que estaba llevando en manos, el caso Marshall lo estaba acorralando, era un caso que ya de ante mano se veía perdido. El muy hijo de puta de Castle le había citado muy temprano, dejando en claro que hablarían sobre el problema de tan buen amigo suyo, porque sabía que su gran amigo estaba en problemas con el caso y estaba en clara desventaja y que Jisung no tenía muchas pruebas a su favor para defenderlo correctamente. Vaya mierda de día, "hago esto por dinero" se repitió antes de salir de su casa, y sí, lo hacía por dinero porque su madre y su hermano menor necesitaban comer y vivir una mejor vida y ese trabajo suyo lo estaba consiguiendo, no iba a pensarlo mucho, está bien que casi ni los viera, pero eso no quitaba que se sintiera bastante responsable con ellos; Su hermano era un adolescente, su madre casi una anciana, el debía hacerse responsable de ello, sentía que se lo debía.

El baile de las mariposas (Minsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora