Bastian.
La realidad me golpea... otra vez.
No esperaba que mi mente me traicionara o que mi corazón me jugara una mala partida. Alena significaba un mundo para mí. Era la persona que más me importaba después de mis abuelos y mi hermana menor.
La verdad que me siento mal por tener que sentir esto.
Sé que los he venido confundiendo desde hace bastante tiempo en cuanto a los sentimientos que tengo, pero es necesario sacar todo de mi ser. No sé por qué tuve que engañar a Cam, de verdad creí que la amaba. Por un momento pensé que haríamos una familia, tendríamos un hogar, una casa grande, un hermoso gato porque odia los perros, le haría sus comidas porque no le gusta cocinar, pero no me importaba, de verdad que si quería el mundo con ella.
Pero llegó Alena y todo se tambaleó y lo que sentía por Camelia tuvo un sentimiento tan diferente, que ni me había dado cuenta hasta que simplemente cambió.
Miro a la hermosa chica que está hablando con el médico como si algo grave le estuviera diciendo. Es tan temerosa, tan delicada, tan frágil, pero a la vez es tan fuerte y tan mujer guerrera... sé que ella si no fuera princesa, ni me necesitara.
Es tan independiente que me duele que no me necesite ni un segundo.
—¿Zervas, todo bien? —su bonita voz con acento me da escalofríos, la miro a ella primero y luego me doy cuenta de que el médico estaba esperando una respuesta.
—Sí, estaba escuchando con atención —el doctor se ríe fingidamente—. ¿Qué otra cosa no podrá hacer por algunos días?
—Solo debe guardar reposo por algunas semanas y debe limpiar bien la herida de su frente. Se le está enviando algunas cremas para tratar los raspones y evitar dejarle cicatrices en su piel. Es necesario que ella deje sus deberes reales hasta recuperarse completamente —me informa el doctor—. Después iré a la casa de la princesa a verificar que se encuentre bien.
—Perfecto y muchas gracias, doctor —me entrega un papel con los medicamentos e instrucciones que debo seguir.
—Cuídala mejor la próxima vez y evita que se lastime —nos miramos fijamente—. Tu trabajo es protegerla y no andar con los pensamientos en las nubes. Aterriza y has tu trabajo correctamente que para eso te pagan —mira a Alena—. Ya está de alta y se puede ir cuando desee, su alteza.
Dichas esas palabras, se larga de la habitación el médico real de la familia de Alena.
Y esa es mi realidad, ella es mi jefa, es una princesa y es la persona más inalcanzable en esta tierra. Debí quedarme con los sentimientos de Camelia y evitar estar haciendo un trabajo tan mediocre y asqueroso.
Odio sentir, odio quererla tanto... mis pensamientos los hace mierda y ella ni siquiera lo sabe.
—¿Bastian, estás bien? –su voz era de preocupación—. ¿Necesitas descansar? Puedo hablar con alguno de tus jefes para que te tomes un día libre y...
—¡No! —respondo tajante—. No necesito nada de descanso. Solo me cabrea hacer un trabajo mediocre. Voy a buscar los medicamentos para poder irnos. Jay estará afuera, por favor, cualquier cosa se la comunicas a él mientras estoy ausente. Serán unos 10 minutos, así que no salgas de aquí sin mí.
Se ríe sin ganas.
—No hablaré con nadie. En ningún momento te ordené ir por los medicamentos y dejarme sola. Mira que mal trabajo estás haciendo, Zervas —se levanta de la cama y camina hacia el baño—. Problema tuyo en cómo te divides para hacer tus deberes.
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La Princesa y su Guardián #PGP2023
RomanceLibro #2 Saga Princesas. Se metió en mis entrañas, se robó mi corazón y amarla fue lo más fácil. Ella es tan bella, tan libre, tan perfecta y yo la quería para mí. ¿Lo difícil? Ella siendo una monarca no podría amarla. ¿El reto? Conquistarla y de...