Bastian era importante para nosotros...
Fabrizio.
Eran las cinco de la tarde y ni un rastro de vida de alguno de ellos. Cada minuto que pasaba era una perdición para mí. Les envié un mensaje a mis hombres para que intervinieran, pero no sé qué ha sucedido. Al parecer la cobertura está siendo cortada en el interior del almacén.
—Dame la dirección de en donde se encuentra Ada y Cristal —miro con frialdad al mayor, mientras lo tomo por el cuello de la camisa—. ¡Perdí la paciencia y tú eres un inútil! ¡Dame la jodida dirección que voy a ir por ellas!
—¡Fabrizio, cálmate! —me intenta alejar Bastian—. Ellas están haciendo su trabajo. Espera un poco y confía por primera vez en lo que ellas están entrenadas a hacer.
—Bastian, si fuera tú hermana la que estuviera en ese lugar, ¿qué harías tú? —suelto al mayor—. ¿Esperarías tranquilo a que ella regresara? —me enfrento esta vez a Bastian.
—Iría por ella sin pensarlo. Pero debes tener en cuenta que ellas están preparadas para este trabajo y mi hermana está muerta —se aleja.
Joder, metí la pata con él.
[…]
La pantalla vuelve a tener una imagen muy clara de lo que estaba sucediendo. Esta vez están en un lugar vacío, por no decir abandonado. Era amplio, sin ventanas con bastante luz para estar tan desolado. Vuelvo a recuperar mi calma cuando Ada aparece en la pantalla.
Espera... ¿Por qué puedo ver su rostro de esa manera?
—La misión ha sido cumplida. Las sargentos fueron capturadas como queríamos, mayor. La Cosa Nostra perdió esta vez —la voz átona de Ada me hace tensarme.
¿Qué está pasando?
—¿Qué sucede, sargento? ¿Por qué hablas del secuestro de sargentos? No es seguro para ti quedarte sola en ese lugar —reacciona el mayor preocupado.
Silencio.
—Lo siento, mayor. Nuestras admirables Ada y Cristal no se reunirán con su amado equipo —esa voz...
Hija de puta seas miles de veces.
—Jantine, déjalas ir. Ellas no tienen nada que ver con nosotros. Eras mi mujer. ¿Por qué cambiaste de parecer? —replica Alessandro.
Esto es culpa del hombre que las mandó para allá.
—Tu posición en la Cosa Nostra y enamorarte de esa prostituta—dice, cada palabra con lentitud.
—Nada ha cambiado, Jantine —le respondía con cariño.
Sé qué la quiere, pero Alessandro va a matarla igual porque entre la vida de su amada y la de él, yo haría su muerte dolorosa por haberla elegido a ella.
Aleja la cámara del rostro de Ada mientras se ríe a carcajadas. Habla con un hombre que sigue grabando después que le entrega la cámara. Mis manos se hacen puño cuando veo a mi Ada, a mi pequeña esposa, sin nada de la protección, con sus manos estiradas por encima de su cabeza y atada con una cadena dejándola en cuclillas. A su lado se encontraba Cristal de la misma manera, pero más golpeada.
—Dime como poder matar a Fabrizio y no haré que tu padre venga por ti como lo hizo con la miserable de tu hermana —le propone Jantine.
Silencio...
El silencio era la única respuesta que daban.
—Me estás haciendo perder la paciencia. ¡Dame la información de Fabrizio o Alessandro, bastarda! —le grita.
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La Princesa y su Guardián #PGP2023
RomanceLibro #2 Saga Princesas. Se metió en mis entrañas, se robó mi corazón y amarla fue lo más fácil. Ella es tan bella, tan libre, tan perfecta y yo la quería para mí. ¿Lo difícil? Ella siendo una monarca no podría amarla. ¿El reto? Conquistarla y de...