Capítulo 14

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Especial Fabrizio...

Sicilia-Italia.

¿Cuánto tiempo estuvo Bastian trabajando conmigo? Después de venir de la guerra me tocó la peor versión que un exsoldado puede tener, volver a la normalidad. Bastian fue mi amigo desde siempre, solo que es muy recto y estricto en cuanto a su trabajo y reglas.

Fue mercenario después de perder a su hermana, solo que conmigo las cosas no eran morir o morir.

Le enseñé el arte de matar.

Bastian era y es uno de mis amigos más preciados. Él y Alessandro son las únicas personas que puedo considerar mis hermanos. Por eso no puedo negarle una ayuda. Él sería incapaz de pedir algo para sí mismo. Si me buscó nuevamente, aun cuando le di la libertad de irse de la Cosa Nostra, sin haber muerto... no puedo negarme.

Esta vez no ayudaré a mi viejo capitán, esta vez ayudaré a mi mejor amigo.

Aún recuerdo como sufrió por la perdida de su hermana y como quiso morir al enfrentarse con Alessandro y conmigo.

—¿Eres imbécil, Bastian? —suspiro exasperado—. Luchaste tanto por tu país, para darle libertad a tu gente, ¿y ahora resulta que te quieres matar con la Cosa Nostra?

Lo veo apretar sus puños tensando la mandíbula. No tiene permitido levantar su cabeza mientras yo esté hablando.

—¡Fabrizio, basta! —veo a mi dulce piccola entrar molesta para defenderlo—. Bastian es tu mejor amigo. Deberías de entender que está haciendo esto porque está dolido. ¡Tú también perdiste a tu hermana! —hago una mueca de desagrado.

—Pero yo no quiero acabar con la Cosa Nostra, Alessandra. Siempre te ha gustado tanto defender lo indefendible —se acerca de forma amenazante hacia mí—. ¿Qué haces aquí? Alessandro está por llegar y no estoy para juegos de hermanos.

—¡Voy a matarlos a todos! Déjenme morir... —no lo dejo terminar cuando mi mano choca contra la mejilla de Bastian.

Alessandra ahogóun grito y con sorpresa ve lo que acaba de pasar. Primera vez que abofeteaba a mi mejor amigo y lo hice con tanta fuerza, que de su boca salía bastante sangre.

En la mano llevaba una nudillera que ahora limpiaba con satisfacción. Agarré su cabello descuidado y le levanté la cabeza.

Quería que me viera.

—¿Quieres morir? Te haré sufrir. Tú eres un héroe, no un maldito villano, pero si ya decidiste tu suerte, bienvenido seas a la parte oscura de la Cosa Nostra, Bastian Zervas —escupí con odio mientras la rabia se apoderaba de mí—. Miserable hijo de puta. ¡¿No valoras los esfuerzos que hicieron tus abuelos por criarte y darte todo?!

—¿Qué hizo Bastian? —la voz de Alessandro se escuchó en la habitación de torturas.

—Ale... ayuda a Bastian. Fabrizio quiere matarlo porque quiere morir —sollozaba Alessandra.

—¡Malagradecido! —escucho los pasos de Alessandro acercarse y decido soltar a Bastian—. ¿Vas a morir después que todos hemos luchado por ti? —le da un puñetazo en el rostro.

—Aprieten sus cadenas... quiero que deje de circular la sangre por sus manos —le ordeno a mi gente.

—Mi hermana murió... no puedo con esto...

—Yo vi morir a mi hermana menor frente a mí. Decidí tomar venganza y matarlos a todos. Pero tú eras diferente, Bastian. ¡Joder, hombre! ¡Eres el soldado más respetado en la organización! —me senté en una silla al ver el dolor que sentía en sus manos.

La Princesa y su Guardián #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora