Capítulo 2

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Unas horas más tarde...

Bastian.

Las palabras que me dijo Alena me dejaron mal y no lo tengo porque negar.

Realmente sabe cómo hacer estragos en mi mente en tan poco tiempo de haber empezado a trabajar con ella. Tampoco me encuentro muy orgulloso de que me guste.

Debía ser más profesional y no aceptar eso que me pidió.

Admitir que Alena me gusta esta demás, pero es que no sé cómo actuar frente a ella. Tengo miedo de que un día decida desaparecer. Porque déjenme decirles que tengo una suerte para que los que están a mí alrededor decidan dejarme abandonado.

Por ejemplo, mis padres...

No entiendo porque me dijo que fuéramos amigos con privilegios... estoy seguro de que le gusto, pero no estoy tan seguro de que le guste para que sea mi novia.

¿Cómo puede hacer de la vista gorda después de que prácticamente le dije que me gustaba? Mis acciones hablan por sí solas.

Tal vez no...

—En ningún momento le has dicho que te gusta. Solo le dijiste que sí, al sexo casual —habló la voz de mi cerebro.

¿Y que más quiere?

Ya pasé la época adolescente donde ando con las intenciones de estar con todas las mujeres de mi país. La época de ser el hombre romántico que hace suspirar a las mujeres, ya me pasó. Ahora soy el tipo rudo profesional que aceptó ser el puto de la mujer que le gusta.

Sí, de imbécil joven pasé a imbécil adulto.

La evolución del hombre me supera.

No quiero mostrarle el mundo rosa que ella espera ver. Es joven y una pelirroja demasiado hermosa. Me cabrea de sobremanera el hecho de que me quiere como amigo.

¿Tendrá más amigos así?

No lo creo. Sé que la conozco desde hace poco, pero me da la sensación de que no es así. Además, de acuerdo con el historial que me dieron de ella, solo tiene al hermano, a su prima y un hermano menor de descendencia desconocida.

Este último se cree de la mejor familia, el tipo especial, como si fuera digno para ser el próximo rey del mundo.

¿Pero cómo puedo mostrarle a una hermosa flor, que el mundo maravilloso que sus ojos esperan ver, cuando no tienes nada en tu vida? Alena me gusta tanto que no puedo controlar mis instintos de aceptar todo lo que me pida. De verdad la quiero y la necesito cerca para poder sentirme bien, pero hay alguien a quien había olvidado por completo...

Camelia.

—Chicos, el entrenamiento de hoy está terminado. Son increíbles, ordenen todo y nos vemos el viernes por la tarde —Kyle le pide a sus alumnos de la clase de boxeo.

Hacen lo que les ordena y empiezan a abandonar el salón, tomo un poco de agua y me acuesto en el suelo con mi brazo en la cara. Oigo unos pasos venir y por lo que mi agudo oído subdesarrollado puede escuchar, supe que el imbécil de mi amigo, venía para acá.

Él le está huyendo a lo que siente por Hilary, porque ahora, imparte las clases los mismos turnos que yo. No entiendo porque razón quiere alejarse de ella, hace unos meses estaba que babeaba y moría por quedarse solo con ella.

—Oh, príncipe del pantano, ¿ya se le quitó el período y puede hablar como un ser humano normal? —pregunta burlón el idiota de mi amigo.

—¡Llego mi caballero real! ¿Viniste a salvarme del sufrimiento y la soledad que invade estar lejos de ti? —respondo de la misma manera.

La Princesa y su Guardián #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora