Happy To Meet You ft. Wolfick

30 • Primera Vez (+18)

Habían llegado finalmente al hotel cinco estrellas en el que se hospedarian, mismo que parecía ser agradable al tener una sala amplia y de altas paredes, con paredes de vidrio blindado y polarizado, con suelos alfombrados de azabache con detalles de enredaderas en espiral resaltando con un verde oscuro, teniendo por un lado una enorme barra con luces de led blanco debajo con repisas de vidrio con innumerables luces doradas, mismas que hacían de las botellas y vasos brillasen con excelencia, teniendo también a unos metros un par de sofás de cuero negro con forma de L mismos que rodeaban una mesa de centro en donde reposaba una carpeta con los números de la recepción, la clave del internet, los horarios de desayuno, almuerzo y cena que ofrecía el restaurante en planta baja entre una carta de bienvenida personalizada.
Las paredes por otro lado venían con un papel tapiz color crema con detalles de flor de Liz doradas puestas en línea con bordes marrón claro. En efecto, viéndose increíble.     

Aquella pareja abrió con fuerza la puerta, cerrandola tras de ellos entre risas y cuchicheos atrevidos.
Su vuelo en primera clase había sido una completa locura y aún ahora no podían terminar de procesar todo lo que se les ocurrió decir o ver en el vuelo, simplemente tenían demasiada energía encima ¿qué harían entonces para deshacerse de ella, eh?

Agradecían profundamente haber tenido un servicio apto que tomara sus maletas y las llevara a su habitación por ellos mientras daban un pequeño paseo por el bufet de la noche, algo ligero que les abriera el apetito para más tarde.

— Ha sido una locura ¿No? —gruñe con una sonrisa contra el cuello de su amado zorro, aferrándose a su cintura mientras lo oye reír.

— Igual nos hace falta mucho por ver —ríe, separándose de golpe—, justo hemos elegido la ciudad más turística en el mundo, no creas que nos quedaremos solo vagando en el Hotel —sentencia, viéndolo de reojo por encima del hombro, sonriéndole de forma atrevida en el proceso, meneando docilmente su cola en el proceso.

— Lo siento, nene —resopló, pasando de largo en lo que se iba desajustado su corbata en el proceso, avanzando hacia la habitación siguiente—, pero no creo que pueda hacer mucho, estoy cansado de beber, hablar y reír tanto que realmente siento que convertiré en polvo en cualquier momento —agrega, tirándose sobre la cama matrimonial de sábanas rojizas con almohadas blancas y suaves.

El zorro no emite queja alguna, al contrario, sonríe de forma suave mientras avanza tras de él, cerrando la puerta con silencio una vez entra a la habitación, procediendo a cerrar las cortinas de la misma habitación sin esperar llamar la atención de su esposo aún.

— Pues realmente es una pena —habla, haciendo que el lobezno entreabrs sus ojos para verlo de reojo—, porque realmente tenía ganas —agrega de forma dolida, desplazándose al baño que estaba tras la otra puerta a la par de la habitación.

— ¿Tenías ganas? —pregunta desconcertado, ladeando la cabeza mientras se sienta para quitarse los zapatos— ¿Ganas de qué?

La puerta vuelve a abrirse, mostrando a aquel joven zorro con ropa interior blanca con ligas doradas, semidesnudo, sin su glorioso traje de blanco puesto, dejándose ver por completo ante su esposo.
Lobo abre sus ojos de par en par, alzando sus orejas de golpe mientras un fuerte ardor comienza a recorrer sus mejillas, su cola instintivamente empieza a agitarse sin control, oh Dios ¿ésto es real?

— Ya sabes... —musita, sonriendo de lado mientras se acerca a la cama, tomando la oscuridad a su favor— Las ganas de que tomes el papel de depredador y me comas —explica, sentándose en la cama frente a él, quitándole el saco para ir lentamente desabrochando su chaleco, sonriéndole con inocencia aún, ocultando sus nervios, esperando estar haciendo esto bien.

— ¿Estás seguro? —murmura, sonriendo de lado, empezando a sentirse caliente, oh, sus instintos bajos harán una fiesta en un par de minutos, no habrá vuelta atrás una vez que liberen al lobo de su jaula.