Capítulo 13

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Abril estaba por terminar, al igual que el año escolar. Tom estaba eufórico con los planes que tenía para el verano, planes que aún no compartía conmigo, pero estaba incluida en ellos.

-Necesito aprender a manejar.

Cerré mi libro de Herbología y levanté mi ceja izquierda, interrogante.

-Mi tío Septimus puede enseñarte.

-Seguro que sí, aprenderé más rápido que su idiota hijo.

Golpeé su hombro con el libro.

-Respeta a Abraxas.

Sus ojos me dedicaron una mirada asesina y tomó una almohada. Respiró pesadamente y luego devolvió la almohada a su lugar, retractándose de cualquiera que fuera su intención.

-Seguiré tratándolo igual. Enojate si quieres.

Rodeé los ojos y seguí con mi estudio. Tom deambulaba por mi recámara como si nunca hubiera estado en ella. Movió mi planetario con aburrimiento y volvió a sentarse frente a mí, llevando a Ash sobre sus piernas.

-¿Qué tan amiga eres de Rubeus Hagrid?

Levanté nuevamente mi vista. Lo observé por lentos minutos con desconfianza.

-¿Por qué?

-Curiosidad.

-Me ayudó con Ash, no he vuelto a cruzar palabra con él. Gracias a Dumbledore sé que es fanático de los animales.

-Sí que lo es.- sonrió y no evité pensar que así se vería el diablo.- Lo descubrí con una acromántula. Prometí guardar el secreto.

-Vaya, Tom Riddle siendo amable.

-Su bestia me será de ayuda para la siguiente parte del plan.

Ésta vez sí que me interesó lo que me contaba. Gateé por la cama hasta la orilla, acercándome suficiente a él. En respuesta, se inclinó más cerca.

-¿Qué tramas?

-Mataré a la sangre sucia de Myrtle.

-¿Sólo por sangre sucia o por llorona?

-Por meterse contigo.

Recordé aquella vez en el baño. Las chicas de Hogwarts realmente habían formado un colectivo para todas las mujeres que sufrieron algún tipo de violencia...todas, menos Myrtle. Era un pacto secreto no ayudarla por su nefasta actitud y comentarios agresivos contra el colectivo.

-No creo que sea correcto, con una muerte en el colegio...

-Lo tengo cubierto, todas las opciones, incluso si los aurores llegaran.

Apreté mis labios en una fina línea. No estaba segura de que hubiera cubierto todas las opciones, sobre todo si decidían cerrar la escuela por los ataques. Tom podría no estar suficientemente enterado del mundo mágico y su forma de actuar, pero la gente allá fuera estaba tensa por las recientes petrificaciones que Tom había provocado con ayuda de la capa de invisibilidad.

-Bien, pero ¿por qué quieres tomarte la molestia de hacerlo?

-Nadie habla así de lo que me pertenece.

Mis labios se separaron ligeramente y negué con la cabeza.

-No soy un objeto, Tom.- a pesar de mi negativa, realmente me gustaba ser considerada algo de él.

-No dije eso. Aún así me perteneces.

Torcí los ojos.

-Ni siquiera tenemos un título para nosotros.

CRIMINAL | Tom RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora