An Inconvenient Path

La Batalla en el Ministerio

De vuelta en Hogwarts, unos diez minutos antes, Severus está disfrutando de los restos de su postre y observa cómo el Gran Comedor se va vaciando lentamente. Sus reflexiones pacíficas sobre el final de otro período son interrumpidas por esa bruja, Umbridge.

"Profesor Snape", frunce el ceño. "¡Ahí estás! Me enteré de que alguien usó tu conexión Flu para ir al Ministerio, y te he estado buscando por todas partes para ver por qué autorizarías tal cosa. ¿No sabes que necesitas mi permiso para usar tu Flú?"

Severus la mira fijamente, luego lentamente levanta una ceja. "He estado aquí desde que comenzó la cena, profesor", dice, enunciando cuidadosamente como si hablara con un idiota. "Quien haya usado mi red flu, te aseguro que no fui yo".

Umbridge se ruboriza. "Entonces, ¿quién lo hizo? ¿Quién tiene acceso a su red flu?"

"Cualquiera que sea lo suficientemente tonto como para entrar a mi oficina y buscar polvos flu sin mi permiso tendría acceso", dice Severus, con los labios fruncidos.

"Ven y ayúdame a atraparlos", ordena Umbridge perentoriamente.

Perseguir a los estudiantes que faltan a la propiedad de Hogwarts no está en la descripción de su trabajo. Pero Severus da un suspiro muy molesto y se levanta lentamente. "Muy bien", dice arrastrando las palabras, como si le hiciera un gran favor a Umbridge.

Él y Umbridge se dirigen a la oficina de Severus. Umbridge está temblando de emoción ante la idea de atrapar a un estudiante en flagrante violación de las reglas, pero Severus reduce la velocidad deliberadamente, simplemente para molestarla.

"Date prisa, Snape", espeta Umbridge mientras hace un espectáculo al abrir y cerrar la puerta de su oficina. No estaba cerrado, pero ella no necesita saber eso.

Entran juntos en la oficina y Umbridge observa la chimenea. "Tus polvos Flú no son precisamente difíciles de encontrar", anuncia triunfalmente, señalando el frasco sobre la repisa.

"Normalmente vive en los cajones de mi escritorio", explica Severus, su compostura imperturbable. "Supongo que el ladrón los registró y lo encontró."

Hablando de su escritorio, contiene un trozo de pergamino que Severus ciertamente no dejó allí. Camina detrás del escritorio y se inclina con el pretexto de examinar los cajones, convocando el pergamino en silencio a su mano, donde Umbridge no puede verlo.

"Sí, estos han sido perturbados", dice Severus en voz alta mientras lee la carta.

Sus años de mentir tanto a Voldemort como a Dumbledore le sirven bien. Severus permanece completamente impasible y no reacciona mientras lee la carta, aunque se le enfría por dentro.

"Bueno," dice Severus, enderezándose. Él no ve ninguna forma de deshacerse de Umbridge, y ella es irrelevante en este momento. Necesitaba estar en el Ministerio hace quince minutos. "Entonces, ¿los seguimos y los atrapamos con las manos en la masa?"

"Ciertamente", dice Umbridge alegremente. Ella arroja polvo a la chimenea y pasa con un grito de "¡Ministerio de Magia!"

Severus tarda cinco segundos en enviar su Patronus con un mensaje a Minerva: Harry fue al Ministerio de Magia, suena como una trampa tendida por el Señor Oscuro, por favor ven con la Orden lo más rápido que puedas, y él mismo atraviesa las llamas, su varita lista a la mano.

"¡Cómo te atreves!" Umbridge está chillando, a su llegada al atrio del Ministerio. Saca su varita, pero los Mortífagos reunidos en el pasillo son mucho más rápidos que ella. Umbridge recibe tres chorros de luz verde diferentes y cae al suelo antes de que pueda lanzar un solo hechizo.