An Inconvenient Path

Voldemort está vivo

Severus está de vuelta en su oficina esa noche. Se siente físicamente saludable, sabe cómo tratar el daño nervioso causado por su Marca Tenebrosa, ha tenido suficiente experiencia con ese tipo de cosas, pero, no obstante, es absolutamente miserable.

Se enfrentó al Señor Oscuro, en persona (por así decirlo), y lo desafió.

Esto es todo, Severus piensa histéricamente. Voldemort no está muerto, está vivo, regresará nuevamente y encontrará a Severus y lo ejecutará por traidor.

No hay ningún lugar al que Severus pueda correr, ningún lugar al que pueda esconderse de Voldemort, no con la marca de Voldemort en su brazo. Y con Harry en su vida, Severus nunca más podrá fingir. No puede volver a entrar en las filas de Voldemort como espía.

Mientras Severus esté marcado, será un esclavo. Y no es un tatuaje superficial, fácil de tapar o quitar. Vive dentro de su brazo, una parte tan importante como la sangre o el hueso.

Todo el brazo debe desaparecer, y Severus debería haberlo hecho hace mucho tiempo.

Severus prepara una cuchilla y calienta una pizarra de hierro hasta que brilla.

Asegura su muñeca a su escritorio con cuerdas mágicas, estirando su propio brazo sobre la madera. Armándose de valor, levanta la hoja y se prepara para cortarse el brazo izquierdo a la altura del codo.

"Oh, Severus", dice una voz muy familiar detrás de él. Es alto y frío, pero suena triste y cansado del mundo. "Por favor, no hagas eso."

Con el movimiento de la espada detenido, con el corazón en la garganta, Severus gira para buscar el origen de la voz.

Solo hay un retrato en la oficina de Severus. Cuelga en la pared del fondo, donde permanece en las sombras, sin la luz del fuego. Nadie nunca le presta atención. Representa ovejas desaliñadas pastando en una ladera marrón, con ominosas nubes grises en el cielo y pequeñas ráfagas de nieve cayendo de vez en cuando. Otros habitantes de los retratos en Hogwarts no suelen visitar.

Pero ahora mismo, el retrato tiene un visitante además de sus ovejas.

Los escalofríos recorren la espalda de Severus cuando se encuentra mirando una pintura de Lord Voldemort. Aparece como cuando Severus lo conoció por primera vez, y no tan horrible como ayer. Tiene una cabeza llena de cabello, por ejemplo, y sus rasgos cerosos e inhumanos son al menos más naturales cuando están en su propio cuerpo.

"Confieso que no entiendo cómo pudiste transferir tu lealtad de mí a Dumbledore, y lo encontraré difícil de perdonar, pero esto parece una medida bastante drástica", dice la voz aguda y fría que atormenta las pesadillas de Severus.

Severus mira fijamente.

"Acércate, Severus," ordena el retrato, y Severus obedece por instinto.

Severus desabrocha las ataduras que atan su brazo a su escritorio, baja la hoja y se pone de pie. Camina hacia la parte trasera de su oficina, pero se mantiene a una distancia cuidadosa del retrato y se queda quieto, para mirarlo un poco más.

"¿Cómo?" Severus finalmente pregunta, después de que el silencio se prolongue interminablemente. "¿Es esto real?"

"Confieso que no lo sé", dice Voldemort. "Dejé a Quirrell cuando el dolor se volvió intolerable y me desperté en este retrato. Debe haber sido alguna trampa que Dumbledore creó para mí".

Severus cuenta su propia respiración durante unos minutos.

"No puedes estar pensando seriamente en cortarte tu propio brazo", continúa Voldemort en un tono levemente reprobatorio. "No conoces la magia necesaria para crear otro capaz de los finos movimientos necesarios para elaborar cerveza. Y Dumbledore te abandonará si te vuelves inútil como espía contra mí. Lo perderás todo ".