An Inconvenient Path

Poción corporal rudimentaria

Harry y Severus están bien acostumbrados a su rutina cuando el Expreso de Hogwarts llega a King's Cross. Se encuentran fuera de la barrera mágica en la estación, toman el transporte muggle a Privet Drive, saludan cortésmente (o no tan cortésmente) a Petunia, le piden que firme algunos formularios y regresan en traslador a Spinner's End.

Harry desempaca sus cosas, come una gran cena y cuando se retiran a la sala de estar, mira a Severus con una sonrisa.

"Entonces, ¿qué aventuras vamos a emprender este verano?"

"No tengo planes de ir a Egipto este año, ya que tengo todos los libros que necesito".

"¿Qué estamos haciendo en su lugar?"

La expresión de Severus se vuelve seria y suspira. "Bueno, te prometí una visita a Grimmauld Place. Y necesito encontrar una serpiente en Albania. Y adquirir un poco de sangre de unicornio, que normalmente no se puede encontrar en Gran Bretaña ni en las peores tiendas ilegales de artes oscuras".

"Genial", dice Harry. "Espera, no vas a matar a un unicornio, ¿verdad?"

"Por supuesto que no", responde Severus, escandalizado. "Sería maldecido por la eternidad si matara a un unicornio".

"Correcto", está de acuerdo Harry. "Entonces, ¿dónde lo estás consiguiendo?"

"Probablemente Albania, ya que no tienen las mismas leyes que Gran Bretaña y será conveniente hacerlo en un solo viaje".

"¿Puedo ir?"

Severus se frota la frente con cansancio. "La verdad es que el Señor Oscuro ha dicho que debes venir. Pero soy reacio a traerte, por tu seguridad. Y no creo que hayas descubierto tu respuesta al dilema moral de ayudar en la resurrección del Señor Oscuro". ."

"Sí", insiste Harry. "Es la misma respuesta que la tuya. Lo queremos en el mundo debiéndonos un favor, en lugar de matarnos".

Severus mira fijamente a los ojos de Harry. "¿Y puedes abrir un periódico el próximo año y leer sobre la muerte de los padres de Hermione Granger?"

Eso le da a Harry una pausa, pero solo por un segundo. "No, usaré el favor que me debe para salvarlos", razona Harry.

"Sus favores no durarán para siempre", dice Severus sombríamente. "La gente morirá y tendrás que enfrentarte a alguna responsabilidad".

"Solo algunos," dice Harry. "Es como Quirrell del primer año. La gente morirá de todos modos. Tenemos que salvar nuestro propio pellejo".

Y Severus le da a Harry una mirada aguda, porque esta no es una actitud que James o Lily hubieran expresado en un millón de años. Es más un eco de cómo ha pensado Severus desde que recuerda haber aprendido a pensar. ¡Quizás Severus debería haber dejado al chico solo cuando entregó esa maldita carta!

"Mira, Harry, tienes opciones", dice Severus con repentina urgencia. "Puedes ir a Dumbledore, incluso ahora, y contarle todo. Cúlpame por secuestrarte, si quieres. Pídele protección, cuéntale sobre mí, Pettigrew y el retrato, y mira lo que tiene que decir".

Harry frunce el ceño. "¿Qué tendría que decir?"

Severus niega con la cabeza. No puede llegar a una respuesta.

"Envíame de vuelta con los Dursley, probablemente, y dime que estoy destinado a salvar el mundo debido a esa profecía", dice Harry con desdén. Severus se atraganta —otra vez— con la precisión con la que esto refleja sus propios pensamientos sobre el asunto. "No hay posibilidad de que haga eso. Quiero ir a Albania contigo y encontrar un unicornio y una serpiente".

"Soy el peor guardián en la historia de los guardianes si estoy pensando en dejarte hacer esto", murmura Severus.

"No, no lo eres", dice Harry con un pequeño movimiento de su mano. "Nunca me encerrarás en un armario oscuro y me negarás las comidas como castigo, ¿verdad?"