Narrador omnisciente:
Los días transcurrían lentamente, cargados de una incertidumbre palpable que parecía danzar en el aire. Izuku se encontraba abrumado por los pensamientos que invadían su mente, como si todo el peso de las últimas semanas se acumulase sobre sus hombros, recordándole las consecuencias inevitables que arrastraba desde hacía tiempo.
Pero; ¿cómo llegó a esta situación? ¿Por qué la incertidumbre lo paralizaba?
Veamos: primero, su madre fue diagnosticada con cáncer de mama. Luego, comenzó una carrera en ciencias exactas, y encontró un trabajo deplorable... oh, ese trabajo, que le trajo una de sus mayores penas. Lo que más le atormenta es recordar el momento en que decidió enamorar al rubio cenizo con el fin de obtener más dinero.
"Solo tienes que enamorar a Katsuki, ganarte su confianza, y él te contará sobre sus próximos robos. Tú me darás esa información y nosotros llegaremos antes... Lo robado se dividirá 50/50 entre tú y yo."
¿Por qué aceptó?
Ahora se siente asfixiado por su propia miseria y mentiras. No me malinterpreten; la conversación que tuvo con Katsuki sobre sus sentimientos y el futuro de su relación fue completamente sincera. Sintió que su corazón estaba a punto de salirse de su garganta al recibir la aceptación de Katsuki. Sin embargo, el motivo inicial para subirse a su motocicleta esa noche no fue más que un plan premeditado.
Ahora no sabe qué hacer con todo lo que tiene en sus manos: el motivo, las acciones y el corazón del rubio dependen de él. Izuku no es un cobarde; no está dispuesto a eludir la situación que él mismo provocó.
Por eso, cuando el rubio le reveló deliberadamente su próximo golpe, Izuku no dudó en llamar a Uraraka.
- El trabajo está hecho, Izuku-kun, gracias por tu cooperación. En tu turno te daré tu parte - dijo la voz al otro lado de la línea antes de que la llamada terminara con el típico sonido.
En la cabeza del peliverde se reprodujo ese sonido una y otra vez hasta que, al mirar por la ventana, vio a una figura furiosa con los ojos enrojecidos observándolo.
Bip, bip, bip...
No tengo cara para pedirles disculpas, pero ahí está el capítulo, quiero terminar la historia jajaja.
Kai kai