Narrador omnisciente:
Izuku: Me han hablado mucho de ti Katsuki.
El de cabellera rubia sonrió de lado, escuchando todo lo que decía su acompañante de esa tarde.
Su cigarrillo se acababa al igual que el día.
Katsuki: Espero que hayan sido cosas buenas.
El peli verde sonrió para sus adentros.
Izuku: Algo así, más bien son rumores que siempre se escuchan en el bar.
Una calada más, extinguiendo su cigarrillo poco a poco.
Dos almas destinadas a conocerse estaban juntas varadas en una estación de incertidumbre y curiosidad.
Dos pares de ojos viendo hacia el horizonte como si con eso bastara esa tarde para entralazar sus ideas.
Izuku: Dicen que eres libre como el viento y peligroso como el mismo fuego.
Katsuki: La libertad contiene consecuencias. Tú decides que parte te corresponde de esa realidad.
Y por primera vez en esa noche los dos volteraon a verse a los ojos. Ambos con un brillo alucinante que podrían iluminar ese cielo nocturno que se asomaba cada vez más.
Un pacto silencioso se hizo en aquel día.
Izuku: Tal vez me gustaría quemarme un poco.
Sus cuerpos se acercaban para tomar lo que sus almas callaban.
Katsuki: Oh no mi querido Izuku, no te quemarás...arderás como el mismo infierno.
Dos almas que están destinadas a ser una sola, rompiendo barreras haciendo que se consuman lentamente.
Espero que les haya gustado y perdón por la espera.
Nos leemos luego.
Kai Kai