T H R E E

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Izuku sabía muy bien a lo que se estaba metiendo al haber aceptado ese trabajo como camarero en el polémico bar centuries. Él sabía perfectamente el peligro que corría y las consecuencias que pude llegar a tener por trabajar ahí.

Pero no le importa el peligro, quería conseguir dinero a toda costa para llevarlo pronto a su casa.

El porque lo sabrás después, no es vital importancia saberlo en estos momentos.

Para Izuku no había imposibles, a pesar de su debilucho y delicado cuerpo él lograba conseguir todo lo que se proponía. Por algo la cara de ángel lo había contratado.

Creía que era un total desastre para la mayoría de las cosas, un inútil, pero su primer día como camarero no estuvo tan mal.

Llegó puntual al establecimiento dispuesto a conseguir buenas propinas y trabajar con eficiencia.

Se puso el uniforme, arregló sus rizos rebeldes, ajustó sus tenis rojos tan característicos de él y salió por la puerta de empleados listo para comenzar su trabajo.

Cuando salió se dio cuenta en lo que se había metido.

La noche había caído y consigo trajo a los peores maleantes al establecimiento para divertirse y pasar el rato.

Caras llenas de vellos, sudor y algunas con sangre era lo que podía observar Midoriya. No hay que negar que el pecoso se cagó de miedo al ver tan nuevo paisaje para él.

Pero es trabajo... Reporchaba.

Nervioso pero decido empezó a atender en la barra y en las mesas, claro que no era el único mesero... Pero si el único mesero hombre.

Llamó la atención de varios clientes y uno en especial.

Un rubio cenizo con mirada penetrante que calaba hasta lo más profundo de tus huesos.

Nos leemos luego.

Kai Kai

R E P U T A T I O NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora