O N E

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Narrador omnisciente:

Un error, un puto error era lo que buscaba Katsuki en ese peliverde que limpiaba la mesa de enfrente. Con mirada determinante y amenazadora observa todo su cuerpo, desde sus rizos verdosos hasta las incontables pecas que se encontraban en su rostro.

El pequeño se movía con gracia y cautela a la hora de limpiar el local y al atender a todos los clientes.

--No tiene un puto error-- Murmuró el chico de ojos rojizos.

Quiso pasar desapercibidos sus pensamientos y sus miradas penetrantes pero su amigo pelirrojo se dio cuenta de todos gestos que emitía Katsuki a ese pequeño pecoso.

---Sólo háblale no seas cobarde...

Ante tal comentario frunció aún más su ceño y volteo a ver a la persona que interrumpía su valioso tiempo.

---Cállate pelos de mierda esto no te incumbe

---Oh vamos viejo, se nota mucho que te interesa ese chico, sólo ve y háblale no creo que te eche a patadas

El rubio lo ignoro completamente y volvió a lo que estaba haciendo.

No entendía como una persona podía ser tan angelical y despistada, pero lo que más le causaba curiosidad era la razón del porqué ese peliverde se encontraba de mesero en ese lugar.

Lo siguió con la mirada a todos los lados que él iba, le gustaba observar todos sus movimientos que hacía y le causaba mucha gracia los momentos que el chico chocaba con la gente.

Su espectáculo fue interrumpido cuando el joven entró a la sala de personal (el cual katsuki no sabía que existía).

Alrededor de Bakugou se podía escuchar  el bullicio que producían sus amigos, algunas veces lo llamaban para que se uniera a la conversación o tomara otro trago pero él simplemente los ignoraba.

Nunca les puso atención a sus amigos que lo acompañaban en esa noche oscura, ya estaba acostumbrado a ir con ellos al mismo bar, buscar a una mesera decente y acostarse con ella...pero esa noche fue diferente. Al entrar a esa pocilga lo primero que vio fue a ese muchacho de cabello rebelde y de mirada angelical que lo dejó hechizado.

---Tsk...

Kirishima no sabía que hacer para ayudar a su amigo explosivo, era más que evidente que ese chico misterioso lo había cautivado. Pero le parecía demasiado extraño que Bakugou no se le acercara en ningún momento de la noche ya que él siempre iba directo a la persona que le atraía, sin rodeos.

Pero no dijo nada, sólo guardo silencio y espero a que su amigo dijera algo.

---Oe pelos de mierda

El pelirrojo sonrió sinceramente y volteo a ver a su amigo, el cual se encontraba un poco inclinado en la barra con un trago en manos y la mirada viendo hacia en frente.

---¿Qué pasó bro?

---Tsk...¿Dónde está Uraraka?

--- ¿Hum?--- preguntó kirishima, se le hacía aún más extraño que Katsuki preguntara por la dueña del bar.

--- Que me digas dónde mierda está esa perra

---Está en la mesa del fondo, ¿Para qué la quieres?

Y sin más que decir el rubio cenizo fue con pasos firmes a donde Uraraka.

Perdón si quedo algo corto...bueno demasiado corto, pero es mi primera vez escribiendo algo de katsudeku y algo también gay.

Ojalá les guste, no olviden dejar su comentario y su voto.

Nos leemos luego.

Kai kai.

R E P U T A T I O NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora