E I G H T

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Narra Uraraka:

Color verde y dorado pasaban por mis manos que contaban poco a poco las ganancias de esa noche.

¡El dinero mueve el mundo y el que lo posea puede hacer que este gire!

Siempre se repetía esa frase en mi mente, una y otra vez cada día de mi vida.

Mi familia siempre fue muy pobre, mis padres no tenían dinero y trabajaban arduamente día tras día. Cuando cumplí los 17 años empecé a ver la realidad en la que me encontraba.

No teníamos ni un sólo yen para comer.

Conseguir dinero era difícil si lo recibes como la ley dicta, pero la ley nunca entendió la pobreza y mucho menos llegó a los barrios bajos de la ciudad.

20 recién cumplidos y metas que alcanzar, decidí crear mi propio negocio que atraerá masas.

Pero levantarlo no fue nada fácil.

Un bar a fuera de la ciudad, para que todo tipo de gente pudiera entrar. No discrimino dinero.

No fue difícil conseguir clientela, el alcohol atrae a la gente como la miel a las moscas.

21 años cumplidos, dinero en los bolsillos y aún así quería más. Tanta era mi ambición que decidí involucrarme a otras cosas no tan legales... Dejando deudas que casi me quitan mi negocio., al poco tiempo logré estabilizarme y volví a recuperar algo de mi fortuna.

Pero nunca quedé satisfecha por eso cuando Bakugou, heredero de una de las pandillas más adineradas entró por esa puerta vi la oportunidad de tener más sin casi  hacer nada, sólo tendría que seducirlo... Cosa que no funcionó y pensé en otra cosa.

Alguien más lo haría por mí... Midoriya Izuku.

Un vecino con madre enferma que necesita dinero para su tratamiento, al principio pensé en sólo darle un empleo común y corriente, más sin embargo unos ojos rubíes se posaron en su dermis.

Sus ligeros labios se abrieron para preguntar por él.

-- Izuku-kun -- dejé de ver los colores de mis manos para hablar con él.

-- ¿Si Uraraka--San?

-- Alguien preguntó por ti esta noche.

Confundido volteó a verme, pobre, no sabe en lo que estaba a punto de meterse.

-- ¿Quién preguntó por mí Uraraka-San?

-- El rubio despampanante que te miró toda la noche.

Tragó saliva nervioso con un ligero sonrojo. ¡Bingo!

Suspiré y hablé ante el silencio.

-- Izuku-kun, ¿Quieres ganar más dinero?

Ahora sólo me queda esperar.


Hola chicas, ¿cómo están?

Espero que estén bien y disculpen mi tardanza. También espero que comprendan estos ligeros cambios en el tiempo.

Que si me atraso con lo que pasó antes y toda esa vaina.

Pero en fin, es para dar más contexto a la historia y un poco de explicación.

Por cierto, esta historia será algo corta.

No olviden dejar su voto y un bonito comentario.

Nos leemos luego.

Kai Kai.

R E P U T A T I O NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora