Un amor provisional

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La estrategia de Wonpil era clara. Desde aquel día en que Jinyoung le marcó llorando en medio de la noche y él fue corriendo hasta el parque en donde estaba para consolarlo, sintió que la oportunidad se le había presentado en bandeja de plata. Nunca había visto a Jinyoung tan destrozado por algo y no iba a negar que le dolió demasiado al enterarse del verdadero motivo de su malestar: Lim Jaebeom. Sus sospechas eran certeras aunque le sorprendía que el mayor no le correspondiera a Jinyoung, casi podía jurar que ambos se veían enamorados y hasta consideró en darse por vencido con sus sentimientos.

Esa noche escuchó por primera vez el nombre Oh Jinseok y lo odió. Lo odió por quitarle a Jinyoung al chico que le gustaba y odió a Jaebeom por ser tan idiota. Nunca había visto a Jinseok, pero desde su perspectiva no había persona  más linda y atractiva que Jinyoung, y cualquiera que no pudiera verlo no sabía de lo que se estaba perdiendo. No importó la cantidad de palabras reconfortantes que intentó decirle a Jinyoung, siguió llorando hasta que ya no le salían más lágrimas. Fue entonces que Wonpil ideó un plan.

La confirmación de que a Jinyoung le gustaban los hombres como a él le había llegado. Ahora sólo necesitaría actuar. Por un instante se sintió mal por tratar de aprovecharse de una situación así, sin embargo, pronto se dio cuenta de que el enamoramiento de Jinyoung por Jaebeom era una causa perdida, por lo que él trataría de recomponer su corazón y de conquistarlo. El que estuviera vulnerable sólo significaba dos cosas, que existía la probabilidad de que se cerrara al amor, o que por despecho estuviera más susceptible a encontrarlo en otro lado.

A Wonpil le desagradaba el pensamiento de ser una segunda opción, pero sabía que si lo intentaba, tarde o temprano lograría enamorar a Jinyoung con sus propias cualidades. Por ello hizo una lista mental de las cosas que le podían ayudar a ganarse su corazón. Algo clave era hacerlo sentirse querido mostrándole lo mucho que le importaba. Desde ese día no dejó de enviarle mensajes preguntándole por su día o simplemente para desearle suerte o recordarle lo maravilloso que era.

También intentaba todo lo posible para reunirse seguido a tomar o comer algo. A veces cuando lo veía lo sorprendía con algún detalle como un chocolate o una rosa. Jinyoung a menudo se sonrojaba por el gesto y preguntaba a qué se debía, pero él sólo cambiaba de tema para restarle importancia. De alguna forma eso había logrado intrigar a Jinyoung quién se encontraba curioso por encontrar un motivo oculto en sus acciones, y es cuando Wonpil se sentía satisfecho porque sabía que poco a poco estaba ganando su interés.

Jinyoung en cambio no sabía cómo sentirse. Parecía que todo el progreso que había logrado con Jaebeom se había desmoronado repentinamente. En parte sabía que era su culpa por estarlo evitando, pero eso no quitaba el hecho de que Jaebeom tampoco insistiera en estar a su lado. En realidad sabía que no tenía por que hacerlo, era él el que se había hecho ilusiones sin fundamento. Quizá Jaebeom estaría pensando que era un idiota que no valía la pena y si prefería estar solo era su problema. Era cierto, Jaebeom le había brindado su amistad y él la había despreciado sólo por un tonto capricho. Ya ni siquiera lo veía en el dormitorio, probablemente salía con Jinseok y el resto de bailarines a divertirse mientras él se quedaba encerrado sintiéndose miserable.

Wonpil había sido como una luz en su camino. Hablar con él de alguna forma lo había reconfortado más de lo que esperaba. Era la única razón por la que no se estaba hundiendo por completo. Cada pequeño gesto que tenía con él le hacía llenarse de calidez en medio de tanta desolación. Pero por más que lo deseara, su mejor amigo no podía estar en todo momento junto a él. Le tocaba afrontar las prácticas sintiéndo la incomodidad rodearlo cada que estaba cerca de Jaebeom. Él mismo había comenzado a acecarse a algunos de los bailarines para evitarlo en los ratos libres. Y no iba a negar que le agradaban y lo hacían reír, pero nadie podía reemplazar la manera en la que se sentía cuando estaba con Jaebeom.

Hasta Que Te Des Cuenta | JJPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora