El fin

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Jinyoung no sabía en qué momento se había quedado dormido. Fue la llamada de su manager la que lo despertó. No estaba de humor para hablar con nadie, simplemente quería esconderse en un rincón y llorar hasta desaparecer. Sin embargo, por más que deseaba ignorar todo, tenía que mantenerse profesional. Las palabras que salieron del otro lado de la línea fueron suficientes para que se sintiera asfixiado y preocupado. Le había avisado que tendrían que reunirse horas más tarde en las oficinas del edificio de JYPE para hablar de su futuro.

Se maldijo mil veces por no ser capaz de contactarse con Jaebeom. Este no respondía sus llamadas y cada que intentaba marcar lo mandaba directamente al buzón. Cómo haría para comunicarle la noticia cuando este ni siquiera se había dignado a poner un pie dentro del dormitorio en toda la noche y el día. No sabía a quién preguntarle si sabían algo de él. Sólo le quedaba esperar que regresara a tiempo o que decidiera devolverle la llamada o a enviarle un mensaje.

Sabía que le había roto el corazón a Jaebeom y a él mismo, pero no le parecía justo ser catigado con la angustia y el miedo. Suspiró no había nada que pudiera hacer para enmendar su error, si tan sólo hubiera aguantado un poco más el dolor ahora mismo estaría siendo mimado y amado por Jaebeom. El destino le había jugado de una manera tan cruel. Quizá era una señal de que ellos no debían de estar juntos. Era tan injusto y frustrante.

Y por otro lado estaba su futuro. ¿Qué pasaría con su carrera artística? Ansiaba saber qué les dirían y al mismo tiempo no quería saberlo. Se sentía tan abrumado por tantas cosas que estaban pasando. Le asustaba el cambio, no quería que deshicieran el dueto, no quería perder la amistad de Jaebeom y que este se alejara. Sin darse cuenta una vez más se encontraba llorando. Necesitaba que Jaebeom lo reconfortara y le dijera que todo estaría bien. Sólo sus palabras eran capaces de calmarlo y hacerlo sentir seguro.

Sin darse cuenta ya era el momento en el que tenía que ir a la empresa. Se arregló formalmente sintiendo un vacío. ¿Qué dirían al ver qué únicamente él se había presentado? Eso sin duda no ayudaba en nada al veredicto final. Probablemente pensarían que no se encontraban lo suficientemente comprometidos para continuar. Simplemente tendría que aceptar lo que sea que sucediera. De nada le servía torturarse si no podía solucionarlo.

Eran casi las cinco de la tarde cuando se encontraba frente a las grandes puertas del edificio. Miró a su alrededor  esperando ver a Jaebeom aparecer a lo lejos, sin embargo, eso no sucedió y tuvo que resignarse a afrontar la situación. Llegó a la oficina justo a las cinco en punto. Se sorprendió y se sintió aliviado al ver que Jaebeom ya estaba sentado adentro. Llevaba una camisa de vestir entreabierta y el cabello peinado hacia atrás. Lucía bien, pero su semblante era el más serio que Jinyoung alguna vez había visto. Suspiró y entró. Aunque dudó en si debería de sentarse a su lado, se dijo que no iba a ser infantil y evitarlo

—Hola— saludó casi inaudible, pero Jaebeom permaneció en silencio sin dirigirle la mirada o hacer acto de reconocimiento. Jinyoung tomó asiento.

—Jaebeom yo...— intentó y el otro giró la mirada en su dirección. Jinyoung creyó que por fin lo escucharía, hasta que vio que JYP, su manager y otras personas que no había visto antes entraron a la oficina.

Ambos se levantaron e hicieron una reverencia. JYP les indicó que se sentaran al mismo tiempo que él también lo hacía. Dio un largo suspiro.

—Iré directo al punto porque sé que están nerviosos y los otros asuntos no les interesan— dijo calmado —Hemos meditado mucho sobre el tema y tenido conversaciones extenuantes sobre cómo debíamos de manejar todo esto, y sólo pudimos concluir en que lo mejor en este momento, para ustedes y para la empresa, es que no continuemos con el dueto— Jinyoung sintió su corazón detenerse. Volteó a ver la reacción de Jaebeom, pero este se mantuvo inexpresivo.

Hasta Que Te Des Cuenta | JJPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora