Hasta Que Te Des Cuenta | JJP

Decidiéndome

En los últimos días Jaebeom había notado que a Jinyoung le costaba caminar o mantener el equilibrio después de las presentaciones. Le preocupaba su rendimiento y el hecho de que las grabaciones para el diario de MTV ya habían comenzado. Se preguntaba qué le sucedía. En el peor de los casos estaría ocultando una lesión y Jaebeom sabía bien que eso no era bueno, podía derivar en problemas más graves. Evidentemente Jinyoung no le contaría nada y debido a eso había decidido descubrir su secreto a como diera lugar.

Jinyoung se encontraba dándose una dicha y pronto saldría por lo que Jaebeom rápidamente se escondió en el cuarto de su dongsaeng, específicamente detrás de la cama. Esperaría a hacer su aparición hasta que estuviera seguro de que tenía por lo menos la ropa interior colocada. Escuchó los pasos acercándose e hizo su mejor intento por retener la respiración. Pasaron un par de minutos hasta que por fin oyó como la tela se deslizaba por la piel.

—¡Jinyoung!— gritó saliendo de su escondite. Sólo escuchó el grito de horror de Jinyoung y su cuerpo cayendo al suelo.

—Ah, ¡maldición! ¡¿Qué carajos haces aquí?!— Bramó enojado.

—Yo...— Jaebeom iba a contestar, pero decidió ayudarlo a levantarse primero.

—¿Por qué sigues aquí? ¡Largo!— se quejó una vez que Jaebeom lo ayudó a sentarse en la cama.

—No— negó rotundamente.

—Hyung, no me siento cómodo, estoy prácticamente desnudo y aún no me explicas por qué decidiste esconderte en mi cuarto cuando claramente sabías que vendría a vestirme aquí.

—No es lo que crees, no soy una especie de pervertido— dijo —Nunca haría algo como esto sin una razón.

—¿La cuál es?— Le invitó Jinyoung a continuar.

—Quería ver lo que estabas ocultando— explicó hincándose y tomando la pierna derecha de Jinyoung para apoyarla en su rodilla.

—hyung...— Jaebeom recorrió con sus manos suavemente la piel del contrario hasta llegar al tobillo. Ahí pudo percatarse de lo hinchado y morado que este se encontraba.

—¿Cómo pasó?— preguntó acariciando la zona. Jinyoung cerró los ojos por el dolor.

—Estaba bajando uno de los escalones del autobús cuando mi pie se torció y me caí— Jaebeom asintió creyéndole.

—¿Y por qué no me dijiste? ¿Eso cuándo fue? Estuviste haciendo todas esas presentaciones aún con una lesión, ¿sabes lo peligroso que puede ser eso?— lo reprendió molesto.

—Hyung es sólo una pequeña torcedura— le restó importancia.

—Entonces supongo que no te dolerá si hago esto— Jaebeom presionó el tobillo con sus manos y Jinyoung chilló.

—¡Suéltame!— intentó retraer la pierna, pero Jaebeom la mantuvo firme.

—Basta, realmente no confías en mi, ¿verdad? Sé que es una tontería, pero entiende que me preocupo por tí. Somos un equipo y eres mi amigo, Jinyoung yo
...— y dudo en si era el momento indicado para seguir el consejo de Jinseok. Su corazón se aceleraba mientras sentía las palabras atorarse.

—Hyung, sabía que te pondrías así. No es nada. Sanará— Jaebeom salió de su entrance.

—No si no la dejas reposar. Al menos déjame ayudarte— pidió —Deberíamos de ir a que la revisen—soltó la pierna de Jinyoung y se levantó.

—Ya fui al médico. Me dio una pomada y algunos antiinflamatorios.

—¿Dónde está?— preguntó Jaebeom buscando algo con la mirada.