»Capítulo 4«

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—Hemos llegado.

Beverly se encogió de hombros, cegada por el radiante sol de verano, intentando protegerse con su mano colocándose en su frente. Logan, con cautela, colocó su mano sobre su cintura, buscando ayudarla a guiarse mientras entrecerraba los ojos. Al principio pareció querer negarse, pero de pronto se relajó, andando hacia enfrente, bajando del avión.

En cuanto anduvieron por la ciudad, adentrándose con Xavier y Vannstone en un taxi mientras se llevaba a cabo La cumbre de la paz en la ciudad del amor, París. Rowena junto con Erik estaban de contrabando entre la multitud, utilizando gafas de sol a la vez que buscaban el modo de ayudar para que entraran los demás del equipo sin ser tan obvios.

—¿A quién buscamos?

—Lo sabrás cuando la veas, créeme —le responde Logan y entonces se quita las gafas de sol, mirando a su alrededor hasta que finalmente Xavier le dice en un susurro que está libre—. Vamos, hay que entrar.

Erik se encargó de burlar a seguridad, utilizando sus habilidades mientras Rowena las hacía una masa deforme por el calor de sus manos. Algunos rogaron por su vida, lo cual causó que Beverly se estremeciera y sólo buscara el modo de retroceder; pero, aunque lo intentara, el hombre de las garras se encargó de mantenerla cerca, preocupado de que pudiera arrepentirse.

—Bev, no puedes alejarte.

—¿Qué carajos está ocurriendo? —preguntó con confusión mientras Coraline Vannstone tomaba el brazo de Charles y se encargaba de buscar el modo de ser precavida. 

Sin perder demasiado tiempo, dio dos pasos hacia enfrente y desapareció en un santiamén, así como también apareció de golpe, con los ojos desorbitados.

—La tienen atrapada —dice Coraline.

—Mierda —dice Xavier y agrega—. Hay que apresurarnos.

Logan caminó a grandes zancadas junto con Beverly, siguiendo el ritmo del equipo. En el instante en que fueron blanco fácil, a simple vista de los humanos, causando que la pelirroja observaba el instante en que Charles llamaba a la persona que buscaban de nombre "Raven", provocando que mientras se retorcía por la descarga eléctrica, Erik se desocupó de quitarle los cables de encima e incrustárselos en el cuello al sujeto que lastimó a la mutante de piel azulada.

—¿Raven? —le llamó Charles, acariciando su cabello rojizo a la vez que Beverly vislumbraba al sujeto de baja estatura que sostenía un aparato que hacía un extraño sonido de alarma.

—Logan... —susurró con cierto desconcierto.

Pero el hombre de las garras estaba viendo fijamente al hombre que se retorcía en el suelo con la descarga eléctrica, anonadado, quizá perdido en sus propios pensamientos. Aquello captó la atención de la pelirroja, la cual no dudó en contemplarlo algunos segundos.

—Logan —le tomó el brazo y se lo sacudió, mirando cómo parecía afectado, desviando la mirada y sacudía su cabeza—. ¿Te encuentras bien? ¿Logan?

Y de pronto retrocedió, golpeándose contra la pared mientras Hank veía todo lo que ocurría, al igual que Beverly, quien parecía totalmente preocupada por el bienestar de Howlett. 

—Logan, ¿qué te ocurre? —pero sólo respiraba, hiperventilándose, con los ojos cerrados y Willemsen tomó su mejilla, inclinándose—. ¿Logan? Logan, ¿me escuchas?

—¿Erik? Erik, ¿qué estás haciendo?

—Erik, ¿qué diablos haces? —preguntó Rowena, a su lado, incapaz de creer lo que hacía.

Y todo se salió de control, siendo Beverly quien alzaba apenas la mirada, puesto que seguía concentrada en Logan, pero alcanzando a notar la boca de la pistola, justo en la dirección de Raven.

𝐀𝐭𝐚𝐯𝐢𝐬𝐭𝐢𝐜 𝐃𝐚𝐫𝐤𝐧𝐞𝐬𝐬 𝐢𝐧 𝐔𝐬 [𝐖𝐨𝐥𝐯𝐞𝐫𝐢𝐧𝐞]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora