𝐀𝐭𝐚𝐯𝐢𝐬𝐭𝐢𝐜 𝐃𝐚𝐫𝐤𝐧𝐞𝐬𝐬 𝐢𝐧 𝐔𝐬 [𝐖𝐨𝐥𝐯𝐞𝐫𝐢𝐧𝐞]

»Capítulo 11«

Entró con cautela, observando su alrededor, estando algo oscuro, con las cortinas corridas y el colchón en medio, mientras que, encima de este, yacía "durmiendo" la persona que se quejaba a cada rato, entre balbuceos, gritos pequeños y murmuros. La luna le golpeaba justo de frente, así que vislumbró a la persona que estaba allí mismo.

Ella unió sus cejas con confusión, viendo con atención cada movimiento que él realizaba. Se removía en la cama, envolviendo la sábana contra su cuerpo. La pelirroja no dudó en aproximarse, rodeando el colchón hasta por fin colocarse justo al lado de donde estaba más cerca de él y entonces se inclinó; extiende su brazo y finalmente le acaricia el hombro con cuidado.

—¿Logan? —le remueve el brazo con delicadeza, pero él no responde, sigue profundamente dormido, pero teniendo lo que parecía una pesadilla—. Logan, despierta. Despierta.

Pero él movió sus ojos por debajo de sus párpados, estático, con un extraño temblor en los hombros que Beverly sintió y entonces la preocupación afloró en su mente.

—Logan. Oye, Logan. Logan, tienes que...

Y entonces el hombre se alzó, mostró sus garras de metal y no tardó en fundirlas contra el pecho de la pelirroja. Ella sintió que el aire le faltó, que los músculos se le contraían contra el arma que la apuñalaba mientras la sensación de frío se envolvía en cada poro de su piel. Logan por fin abrió muy bien los ojos y alzó las cejas, observando la mirada de impresión y dolor de la neerlandesa enfrente suyo.

—Ngh... —intentó hablar ella, pero le era difícil y entonces Logan volvió a guardar las garras, vislumbrando el hilillo de sangre que le caía por el pecho, manchando su pijama.

—Ay, no...No, no... —susurró él, llevando delicadamente su mano hacia el pecho de ella, presionando para intentar parar el sangrado. Parpadeó varias veces, intentando mantener la calma y concentrarse en pedir ayuda—. Ayúdenme. ¡Alguien ayúdeme! 

Rogue entró por el lugar, parecía estar cerca y entonces intentó ayudar, aproximándose y viendo con impresión la sangre que manchaba el pecho y los antebrazos de Logan. Beverly estaba estática, intentando concentrarse mientras su regeneración parecía estar tardando por una extraña razón. Algo que, por supuesto, no sabían Rogue o siquiera el hombre de las garras.

—Beverly, por favor, no cierres tus ojos. No los cierres, no... ¡Rogue, ayúdame!

La joven, sintiendo que el pánico la consumía por estar viendo la sangre, simplemente colocó sus manos contra Logan y después contra Beverly, intentado que, de ese modo, pudieran recuperarse transfiriendo quizá un poco de la regeneración de Logan contra la pelirroja.

Sin embargo, lo empeoró, sólo que eso no lo sabía y mientras la herida de Beverly parecía cerrarse, de pronto se detuvo y sintió el ardor en su pecho, así que soltó un quejido hasta quedar como piedra mientras sentía los dedos de Rogue contra su mejilla, absorbiendo su regeneración.

Finalmente, la mano de Logan se volvió débil contra su pecho y entonces ambos cayeron al suelo, débiles y con espasmos mientras Jean y Ororo corrían a auxiliar a los afectados. Rogue, sintiéndose totalmente mal y con la culpa golpeando en su pecho, sólo tragó saliva y expresó que había sido un accidente.

Lo último que recuerda Beverly es estar temblando en el suelo, con la cálida mano de Ororo contra su mejilla y diciéndole que se recuperaría pronto.

—Estarás bien, Ever. Ever, no cierres tus...

Y sólo perdió la conciencia, cayendo hasta que, de golpe, la pesadez de sus párpados provocó que los abriera de nuevo y entonces vislumbró oscuridad, acompañado de la luz artificial que provenía del pasillo.