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Wanda estaba sentada en su silla frente a la mesa. Escuchaba con atención como Fury compartía con ellos la información que tenían sobre Leviatan. No era mucha, por el momento solo sabían que era una agencia encubierta de la Unión Soviética, con el fin de garantizar que se convirtiera en una súper potencia y líder mundial, al tener mejores armas y soldados que el resto de países, y sus formas de conseguirlo no eran especialmente las adecuadas.

SHIELD había centrado toda su atención en ellos después de descubrir que habían estado robando armas desarrolladas por Howard Stark. Y el arsenal de Stark no era cualquier arsenal. Así que todo lo demás había quedado relegado a un segundo plano, no podían permitir que acabaran en unas manos así.

Partirían inmediatamente para recuperarlas, por la urgencia de la situación.

Era una misión peligrosa y no estaban seguros de cuánto tiempo les llevaría, pues primero debían viajar a Rusia donde creían que estaba el complejo de Leviatan, además el objetivo era recuperar todas las amas robadas sin demasiadas complicaciones, ya que debía ser lo más discreta posible, no querían que saltaran las alarmas entre los países. No era momento para volver a una Guerra Fría.

Por eso, para esa misión debían contar con los mejores y más entrenados miembros de los vengadores. Rogers, Romanoff, Stark, Barton, Banner y Odinson estaban dentro por ser los más experimentados de ellos.

El problema vino después.

Fury tenía dos expedientes más frente a él. Había dos posibles candidatos más a participar en la misión, que por sus cualidades podrían ser de utilidad en la misión, pero solo había un hueco más en el jet para uno de ellos.

Solo uno de los dos iría.

—Maximoff. —Observó con expresión seria uno de los expedientes con detenimiento. Luego pasó a mirar el otro—. O Wilson.

La emoción llenó a Wanda al escuchar su nombre como uno de los candidatos a entrar a participar en la misión. No había nada que deseara más que salir de misión y poder demostrar que se merecía su hueco entre ellos, pues al ser la menor y la última en haberse unido le hacía sentirse desplazada del grupo.

—Ella no puede venir —interrumpió Natasha con voz firme, mirando fijamente a Fury—. Será Wilson.

—¿Qué? —preguntó ella girándose sorprendida. Aquello le había descolocado por completo.

—No está preparada —dijo sin siquiera dirigirle la mirada. Cruzó los brazos con decisión sobre el pecho, mientras observaba a Fury.

—Estoy preparada. —Se levantó de golpe de la silla, apoyando las palmas de la mano en la mesa mientras le observaba—. Ya lo he hecho antes. Podría ser de utilidad. —Desvió la mirada hacia Fury con el rostro serio, con la intención de convencerle.

Fury seguía manteniendo aquella expresión serena que no dejaba entrever nada de sus pensamientos, como si no hubiera saltado la tensión en la sala.

—Ni siquiera controlas del todo tus poderes. —Esta vez Natasha se giró para mirarle, su mirada era seria y amenazante.

Si pensaba que iba a intimidarle, no lo conseguiría.

Wanda le devolvió la mirada, sin creerse lo que estaba escuchando. Apretó las manos sobre el canto de la mesa. Aquello fue como un golpe bajo y no pudo evitar sentir como su corazón se estrujaba. Si alguien allí sabía lo que se estaba esforzando en entrenar y controlar sus poderes era Natasha, habían pasado largas horas entrenando juntas sin descanso.

—Tienes que estar bromeando. —Se rió ella con ironía—. ¿Después de todo lo que hemos estado entrenando, vienes con un no controlas tus poderes?

Suero rojo | Wandanat / ScarletwidowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora