The Hater « larry stylinson

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Louis.

No era una cita, ¿no? Fue una invitación casual. Si, casual. Debatía en mi habitación que me pondría. Dios, ni siquiera sabía por qué me preocupaba tanto eso. Idiota, susurraba mi mente. Tomé una remera blanca lisa, una camisa vaquera, un jean rasgado como siempre y mis convers blancas esta vez.

Al tener todo terminado, tomé mi celular e ingresé en Facebook, para mandarle un mensaje a Harry y decirle que lo iría a buscar. Obviamente, no iba a dejar que vaya solo a un bar, a las 10 de la noche. No me arriesgaría a que le pasase algo. ¿Desde cuándo lo protegía tanto?

Louis Tomlinson. 9:50pm.

¿Quieres que ya vaya por ti?

A los pocos segundos, obtuve su respuesta.

Harry Styles. 9:51pm.

¿Tan emocionado estás? Ven viniendo si quieres :)

Me coloqué un poco de perfume y salí, cerrando bien todas las puertas. Llegué enseguida a la casa de Styles, ya que vivíamos en diagonal, dos calles de distancia.

Él se encontraba sentado en los escalones de su entrada, con las manos cruzadas entre las rodillas, atentándose al frío.

-Hola. -saludó con la cabeza.

-Hola. -se paró y empezamos a caminar hacia el bar en el cual nos esperaba Zayn. Mi teléfono vibró y lo saqué para ver quién era.

Zayn Malik. 10:05pm.

Amigo, espero que me sepas disculpar. Liam tuvo problemas con sus padres otra vez y lo tengo llorando aquí. Lo dejamos para otro día, bro. Cuidate.

Malik, maldito desgraciado. Aunque entendía. Si yo tuviera novio, y este estuviera mal, cancelaría cualquier cosa para ir a mimarlo y hacerlo sonreír hasta que su cara se acalambre.

-Tengo noticias. Y depende de ti hacerlas buenas o malas. -revelé. Él me miró expectante, esperando a que continuara. -Zayn no vendrá, así que, somos solo nosotros dos. -se encogió de hombros.

-Okay, pero... -hizo una pausa. -¿Quieres ir a otro lado? Cervezas y dos personas no combinan demasiado. ¿Qué te parece... pizza? -animó Harry. Reí ligeramente y rodé los ojos. Tenía razón, cerveza entre los dos apestaba de manera infinita, mejor pizza.

-Algo mejor, pizza en cono. -propuse alegre.

-Vas aprendiendo. -dijo. Volví a reír y él lo hizo conmigo. No entiendo que le veía de malo a este chico antes. Y ahora no veía nada de malo en hacer amigos. Puede ser bueno. O puede ser malo. Dejemos que el destino decida.