The Hater « larry stylinson

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*Cuando Louis empiece a cantar, ponganle play a la canción*

Me gustó como había quedado. Unos toques fueron necesarios para que quedara bien y transmitiera una linda armonía a quien se la dedicaría.

Era dulce y contenía la inocencia de un chico de unos 15 años. Todavía no podía creer que yo se la había escrito a mi amor secreto, mi mejor amigo, Stan. Cuando la releí y agregué unas cosas, ya no ataba a su persona, sino a Harry. No podía decirle lo que sentía. Tenía miedo de decirle directamente "te amo", sin embargo, lo sentía. Quería decirlo pero las palabras no salían de mi boca fácilmente. Me costaba, lo hacía. Pero, intentaría transmitírselo con esas palabras que saldrían de mi boca, cantadas, como a él le gustaban.

Los chicos me habían dicho que prepararon todo y que me dirían hoy en la escuela lo que tendría que hacer. Ya había superado mis nervios. Mientras él estuviera ahí, lo demás se esfumaría, ya no existiría. Seríamos nosotros dos y nadie más. Sentiría esa conexión que hay entre la música, Harry y yo.

Me había duchado, perfumado y peinado muy bien. Vestía una camiseta blanca, unos jeans negros, una chaqueta de jean y mis fieles vans, como siempre. Caminé escuchando "Home" de Gabrielle Aplin, me había enamorado de su voz. Y esa canción realmente me encantaba. Llegué y fui a física, como primera clase. Por su puesto, pasé toda la clase mandándome textos con Harry, recibiendo de su parte cosas como "quiero besarte ahora y no es pregunta" lo que hacía que mi cara se sonrojara a tope y recibiera codazos de Zayn, que se reía y se burlaba de mí. Bien que activa su modo cachorrito cuando esta con Liam, dominado.

Al tocar el timbre, salimos y nos encontramos con Liam, que me informó junto a Zayn que vallamos al comedor. Les pregunté para qué, porque no tenía hambre y fue cuando me dijeron, la manera en la que le propondría a Harry salir conmigo. Como chica frustrada que soy, entré en pánico.

-¡¿USTEDES ESTÁN HABLANDO ENSERIO?! –les grité, rieron y sentí las venas de mi cuello hincharse. –NO ENTIENDO DE QUE RÍEN, NO LE VEO NINGÚNA GRACIA. ESTÁN LOCOS SI PIENSAN QUE LO HARÉ.

Su plan, del cual no me avisaron hasta recién, era que le canté a Hazz EN EL MEDIO DE LA CAFETERÍA. Necesitaban un psiquiatra porque no lo haría ni en sus sueños.

-Louis, por Dios, no puedes echarte atrás ahora. –suplicó Liam.

-Oh, sí, sí que puedo. –les advertí. No podría, me daba mucha vergüenza, estaban en trance.

-Louis William Tomlinson, pendejo, lo harás. Preparamos todo para que te animes a superar este puto miedo que tienes de decirle a Harry que lo amas. –lo miré con ojos sorprendidos, yo nunca le había confesado eso. –Sé que no me lo dijiste, pero nos dimos cuenta con Li, es muy obvio que tienes miedo. Sin embargo, si no puedes afrontar lo que tanto te asusta, te quedarás el resto de tu vida encerrado en 4 paredes, consumiéndote. –confesó mirándome con cariño. –Y no es eso lo que busco para tu futuro, te quiero hermano, quiero que seas feliz. –me acerqué a él y lo abracé fuertemente.

Tenía razón, no quería quedarme solo. Quería ser algo en mi vida, quería cumplir sueños, metas. Tener alguien que me ame, y ese alguien era Harry. Y para eso, tenía que ganármelo. Si nunca me jugaba por él, nunca lo conseguiría. Se iría, dejándome devastado y no podría soportarlo otra vez. No otra pérdida de alguien a quien amo. Suspiré dejando salir toda la pesadez de mi cuerpo, sintiéndome liviano.

-Okay, lo haré. Pero vamos ahora porque me echaré atrás. –hubo un abrazo fuerte entre los tres y me prestaron la guitarra de sala de música, ya que la mía la había dejado en casa. Caminamos hasta la cafetería y entramos, haciendo que todos miren para la puerta, típico cuando alguien entra a algún lugar.